(EFE).- Las amenazas de posibles hechos de violencia y el reciente asesinato de la directora de una escuela a manos de un alumno de 16 años han encendido las alarmas en Paraguay en torno a la seguridad en los centros educativos, mientras expertos y autoridades mantienen posturas diferentes sobre cómo abordar la situación.
El pasado 30 de mayo, la muerte de Sofía Rodríguez de Cristaldo, docente y directora del Colegio Nacional San Gervasio, de la localidad de Colonia Independencia, puso la seguridad en las escuelas -tradicionalmente aquejadas por problemas de infraestructura y falta de servicios- al frente de las preocupaciones de los paraguayos.
La educadora, de 44 años, fue atacada con un arma blanca por un alumno en plena aula de clases y ante la sorpresa de sus propios compañeros. Tras el hecho, las autoridades descubrieron que el joven había llevado en su mochila dos cuchillos.
El episodio ocurrió tras una serie de denuncias sobre el hallazgo de réplicas de armas de fuego y las supuestas amenazas en instituciones educativas que incluso obligaron a suspender por un día las actividades en una reconocida universidad privada de Asunción, después de que un estudiante presuntamente se refiriera a un posible tiroteo.
Para el titular de la Dirección de Bienestar Estudiantil del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), Hugo Tintel, la pandemia, la “desconexión” generacional y la tecnología son factores que pueden explicar las manifestaciones de violencia en un país que consideró se caracteriza por una cultura «solidaria» y de calidez humana.
«La pandemia ha traído consigo aislamiento y separación, lo que ha afectado espacios esenciales en la sociedad paraguaya, como la familia y la cercanía en la comunicación», comentó Tintel a EFE.
Autorización para revisar mochilas
En un intento por evitar la entrada de armas de fuego y blancas, así como de estupefacientes y otros objetos prohibidos, el MEC autorizó el jueves pasado mediante una resolución que en las escuelas del país se revisen las mochilas o bolsos de los alumnos.
La medida, sin embargo, fue rechazada por la Unión Nacional de Centros de Estudiantes de Paraguay (Unepy) por considerar que viola los derechos del alumnado.
«Somos estudiantes, no somos criminales ni delincuentes», declaró Valeria Zayas, vocera de la Unepy, al canal NPY.
Zayas advirtió que el MEC no aborda el «verdadero problema de todo esto, que es la salud mental».
La viceministra de Educación Básica, Alcira Sosa, atemperó la polémica, al aclarar que no se trata de una situación generalizada.
«No estamos en crisis en todas las escuelas y no están en crisis todos los estudiantes», afirmó Sosa a la radio ABC Cardinal.
Pocos casos de violencia escolar en Paraguay
La funcionaria precisó que el MEC ha contabilizado 15 casos de violencia escolar entre las 10.550 escuelas del país, a las que acuden cerca de 1,5 millones de estudiantes.
Por su parte, la titular del Ministerio de la Defensa Pública, Lorena Segovia, consideró que el caso de la directora asesinada pone de presente el «alto grado de violencia» en las escuelas, que no descartó esté vinculado al acoso escolar y a la «violencia creciente» en las relaciones entre las familias y la sociedad misma.
«Esto simplemente es una consecuencia, desde nuestro análisis, de la situación en la cual viven los niños, las niñas y los adolescentes, esa violencia creciente que se da también hacia ellos», alertó la funcionaria en diálogo con la misma emisora.
En ese contexto, llamó la atención sobre «el aumento creciente de denuncias de abuso sexual infantil», que consideró, «posiblemente, apenas alcance al 10 % de la realidad».