Alonso Moleiro (ALN).- La cuenta del expresidente de Colombia en Twitter es frontal, con materia prima suficiente para el amor y el odio; abunda en acusaciones, enlaces y audios de interés. Son tantos los pronunciamientos que se puede permanecer largo rato auscultando comentarios del mismo día. El paso por el poder, se ha dicho en otras ocasiones, produce un efecto narcótico. Es una sensación que comentan en privado políticos y asesores; suficientemente ilustrada en la literatura de este tiempo. Por mucho que se impongan las convenciones y la prevención a la reelección, pocos pueden resistirse a volver a transitar el guiño sensual del poder. El vínculo con las masas, la unicidad del mando; la facultad para resolverles problemas a terceros y, a la larga, imponerles su ley. Nunca será saciada la tentación de cierto liderazgo respecto a los imperativos del poder.
Uribe es directo, polémico, ponzoñoso
Con sus poco más de 53.000 pronunciamientos, la cuenta de Twitter de Álvaro Uribe Vélez, presidente de Colombia de 2002 a 2010, no puede esconder sus modales. Aquí se palpa una sensación inconclusa. Su cuenta transpira nostalgia y sed de poder. Es la compacta cuenta de Twitter de un dirigente aguerrido, obsesionado con sus puntos de vista, en pleno movimiento para la obtención de un objetivo. Aun cuando Uribe, controvertido político reelecto, tan amado como denostado, ya no puede volver a Nariño, trabaja duro por el poder.
La bienvenida la ofrece la bandeja que domina la foto panorámica de la cuenta certificada del hoy senador del Centro Democrático y lo describe de cuerpo entero. Antes, en letras gigantescas y adornado con la bandera nacional, podía leerse: “No entreguemos a Colombia. #VotemosNo”. A partir del lunes 20, en cambio, un gran texto con fondo azul domina su cuenta y afirma: “Centro Democrático más que un nombre exige una actitud”.
#PorLaPazVotoNo no entreguemos a Colombia. Mañana, a defender nuestra Patria. pic.twitter.com/U3gd3i9EzO
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) 1 de octubre de 2016
Esta es una cuenta densa, en la cual se colocan muchas notificaciones, y donde hay que caminar bastante con el cursor para ubicar los pronunciamientos de hace apenas 10 y 15 días. Últimamente, el expresidente colombiano tiene un tuit fijado, que reza lo siguiente: “Centro Democrático no propondrá revocar los acuerdos con Farc, pero luchará para introducir los ajustes que taponen el camino castro-chavista”.
Centro Democrático no propondrá revocar acuerdos con Farc, pero luchará para introducir los ajustes que taponen el camino castro-chavista.
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) 19 de febrero de 2017
Buena parte de los tuits de Uribe encuentran su inspiración en sus pleitos con el actual presidente, Juan Manuel Santos, en la irrestricta negativa a aceptar los acuerdos de paz con las guerrillas, y en el conflicto, de carácter nacional y también geopolítico, que mantiene Uribe con el chavismo y sus aliados internos en Colombia.
Aguacero de tuits y retuits
Por esa senda prosigue Uribe en su cuenta de Twitter, navegando en las aguas procelosas de la polémica. El domingo 20 de febrero colocó un tuit que decía: “La independencia de @NoticiasUno no resistió los contratos de Santos ni el soborno del Canal Uno”. De unas horas antes, es este otro: “Cinismo de Santos para otorgar impunidad, minimizar y tapar terrorismo, puede generar un reclamo social de pena de muerte a narcoterroristas”. De aquellas mismas horas, en un aguacero torrencial de tuits sobre todos los temas, es también un “retuit” hecho a Leopoldo López Mendoza, padre del dirigente opositor venezolano Leopoldo López. En una entrevista, éste afirma: “Confío en que veré a mi hijo Leopoldo López libre muy pronto”. Unos cuantos tuits atrás, pero con apenas dos horas de diferencia, Uribe “retuitea” una suculenta nota en la cual la cadena RCN documenta informaciones que pueden comprometer a funcionarios de Juan Manuel Santos en los escándalos de la empresa brasilera en la región.
La independencia de @NoticiasUno no resistió los contratos de Santos ni el soborno del Canal Uno
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) 20 de febrero de 2017
El 18 de febrero, el expresidente colgó un audio presentado con estas reflexiones en un tuit: “Colombia necesita menos impuestos, más remuneración para los trabajadores y más inversión privada”. Del 17 de febrero, es esta proclama: “el Madurismo colombiano pretende pasar del voto que compraron al obligatorio e involucrar a los menores”. Uribe es directo, polémico, ponzoñoso. Expone los fundamentos de su visión económica y política con frecuencia y persistencia. Le gusta atenerse a lo que han logrado las naciones desarrolladas. Frente a su propia leyenda, pueden escucharse a lo lejos, los ecos de la colección de odios que ha acumulado dentro y fuera de Colombia, el contrapunto perfecto de su propia popularidad.
El Madurismo colombiano pretende pasar del voto que compraron al obligatorio e involucrar a los menores
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) 17 de febrero de 2017