Redacción (ALN).- El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo en un reciente artículo que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, «fue subestimado» en sus capacidades políticas, al tiempo que rompió una lanza por el diálogo como «la única esperanza» para destrabar la crisis que atraviesa el país caribeño.
«Definitivamente, Maduro fue subestimado en muchos casos respecto a sus capacidades de supervivencia, de manejo político y de habilidades diplomáticas», dijo Almagro en un artículo publicado en el medio uruguayo Crónica. Agregó que, si bien a legitimidad del mandatario venezolano puede aún ser cuestionada por diversos gobiernos, «fue consolidando su fuerza».
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Asimismo, Almagro señaló que el diálogo es «la única esperanza» para que Venezuela salga de la severa crisis que atraviesa, y que se expresa en más de seis millones de migrantes y la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos.
«(Venezuela) es un pueblo que vive en un infierno con un sendero que no se bifurca nunca. Es natural concluir que el diálogo sigue siendo la única esperanza de que se bifurque el sendero. El diálogo, y no cometer los errores del pasado», aseveró.
En tal sentido, dijo que no es «viable, ni realizable, ni realista» fijar como objetivo primario de los diálogos desplazar a Maduro del poder, que ejerce desde 2013.
«El objetivo de la salida de Maduro transformó a cada negociación en un juego de suma cero que terminaba siendo imposible. Ni la salida de Maduro en una negociación ni una elección que pudiera significar su salida», explicó.
Almagro habla de «cohabitación»
Es por ello que recomendó a los opositores modificar su estrategia y usó una palabra difícil de asimilar para muchos en Venezuela: cohabitación.
«La cohabitación es un ejercicio para el cual no he visto prácticamente a nadie preparado en Venezuela. Pero eso lo hace aún más necesario, en el sentido de que implica un ejercicio de diálogo político real. De institucionalidad compartida, de poderes del Estado compartidos», apuntó.
Este escenario podría dar paso luego a otro de «legitimidad inexistente o dudosa» a uno de «legitimidad posible», aclaró.
«Eso abriría un nuevo sendero, abriría la esperanza para que el sendero se bifurque. En caso contrario, se continuará haciendo marchar a todo un pueblo por un sendero que no se bifurca nunca en el infierno de un país empobrecido, ineficiente, con violaciones de derechos humanos, con crisis migratoria, con crisis humanitaria, con crímenes de lesa humanidad, con crimen organizado», prosiguió.
Compartir el poder
También señaló que en Venezuela se debe compartir el poder «desde su base», puesto que la sociedad estará «resquebrajada» si falta alguno de los sectores.
«El oficialismo debe asumir que sin la oposición la sociedad venezolana seguirá resquebrajada, dividida, desintegrada social y geográficamente. Y la oposición debe asumir que sin el chavismo y el madurismo sucedería lo mismo», señaló.
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