Redacción (ALN).- Los delincuentes que asesinaron a cuatro trabajadores agropecuarios en una finca del estado de Zulia propiedad del presidente de Fedenaga, Gerardo Ávila, calificaron luego la masacre como «un regalo» para el empresario, que se ha negado a pagar extorsión a un grupo delictivo conocido como «los cañaderos».
«Saludos, le dices a Gerardo que allá le dejé un regalo, que lo que viene es verga. Tiempo al tiempo, que esto no termina aquí», dice parte del mensaje enviado a Ávila a través de la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp y desde un número de teléfono chileno.
«O te arreglas o vas a seguir viendo rostro (ser víctima de violencia)», se agrega.
El domingo, un grupo de delincuentes armados que se identificaron como «los JL» y «los cañaderos» asesinaron a cuatro trabajadores de la finca San Tomé, ubicada en el kilómetro 48 de la vía Maracaibo-Perijá, en el municipio La Cañada de Urdaneta.
Las víctimas fueron identificadas como Ramiro González, Nelson González, Emiro Fernández y Juan Montiel, todos padres de familia.
El suceso ocurrió días después de que los trabajadores fueran acosados y golpeados, presuntamente por el mismo grupo armado, en medio de un intento de extorsión al empresario agropecuario, un hecho que fue denunciado ante las autoridades.
«Siento mucha rabia, pena e impotencia por estas 4 vidas que lamentablemente en manos de delincuentes sueltos, desalmados y sanguinarios se segaron y hoy no están con nosotros. Hoy esas 4 familias enlutan inmerecidamente», dijo Ávila en un comunicado en el que rechazó con fuerza los hechos y dijo sentirse «en total estado de indefensión».