Redacción (ALN).- Miles de trabajadores autónomos de Venezuela perciben alimentos básicos y no dinero como paga por sus servicios, en otra arista de la severa crisis que atraviesa el país sudamericano. Es común que trabajadores como barberos, herreros, carpinteros, zapateros y hasta taxistas obtengan paquetes de arroz, espaguetis o granos como pago, un fenómeno que estos profesionales poco a poco fueron aceptando desde 2016, cuando la crisis de Venezuela comenzó a tomar forma.
«Me dieron arroz, caraotas, harina de maíz, lentejas y sardinas en lata. En estos días me dieron caraotas en lata (como pago)», dijo al diario local 2001 el plomero Bruce Cedeño.
«Yo les digo mi trabajo vale X cantidad de bolívares y se calcula en comida, pero muchas veces no se hace el cálculo porque son personas mayores y uno ve su situación y le dice ‘deme lo que pueda’. En ocasiones me dan un artículo y le hago el favor. Uno es condescendiente», prosiguió.
Este hombre, que ofrece sus servicios en Caracas, la capital de Venezuela, dijo que los pagos con comida se incrementaron cerca de 50 % en los últimos meses, cuando la pandemia por el nuevo coronavirus agravó la ya difícil situación económica que atraviesan muchas familias en el país sudamericano.
«Se cobra en dólares, pero la gente no tiene dólares. A un amigo electricista la gente le dice que no tiene plata, pero comida sí, y él cede y les trabaja», agregó Cedeño.
Los datos económicos pueden ser confusos en Venezuela, donde dos instituciones -una opositora y otra gubernamental- ofrecen balances dispares sobre inflación, crecimiento y volumen de la actividad comercial.
Pero, hay certezas: de acuerdo con el Gobierno del presidente socialista Nicolás Maduro, cerca de seis millones de familias reciben los paquetes de alimentos a bajo coste conocidos como CLAP, buena parte de la población en edad laborar tiene trabajos informales y el salario mínimo, que se toma como base para los empleados públicos y las pensiones, no llega a 5 dólares por mes.