Redacción (ALN).- Tinder llegó a ser la aplicación de citas más popular y su modelo de negocios era un éxito, pero algo está cambiando: su número de suscriptores o usuarios de pago está yendo a la baja.
Después de un crecimiento sostenido durante la primera mitad de la década pasada -el crecimiento subió hasta las nubes en 2019, justo antes de la pandemia-, cuando de un trimestre a otro creció el 50 %, no ha vuelto a tener tantos usuarios como entonces.
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De hecho, ha perdido la barrera psicológica de los 10 millones de suscriptores.
La preocupación para la plataforma es grande, porque no solo ha dejado de crecer: ha empezado a decrecer, según datos de la empresa recogidos por Business of Apps.
Los culpables en el caso Tinder
Tinder es una aplicación especialmente popular entre los menores de veinticinco años. A partir de ahí, a medida que se van cumpliendo años va reduciéndose su popularidad en favor de otras aplicaciones.
Los culpables habituales, esos a los que se suele señalar por la pérdida de popularidad de las aplicaciones, también se mencionan en el caso Tinder: una mezcla entre el auge de la ansiedad, el consumo de antidepresivos, la pobre calidad de nuestro sueño, la obesidad o la edad dorada del porno.
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