(EFE).- Los glaciares ubicados en región de los Andes tropicales, conformada por Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, se están derritiendo diez veces más rápido que el promedio acumulado global, según un informe presentado este martes por la Iniciativa Internacional sobre el Clima en la Criosfera (ICCI, por sus siglas inglés).
El documento -hecho público durante la Cumbre de Acción Climática de la COP29, que se desarrolla esta semana en Azerbaiyán- explica que las montañas de los Andes «han perdido el 25 % de su cobertura de hielo desde la Pequeña Edad del Hielo», que terminó a mediados del siglo XIX.
Esto quiere decir que, de los 5.500 glaciares identificados a lo largo de la cordillera, los ubicados en la zona andino tropical corren más riesgo y, a la vez, «ya son ahora más pequeños que en cualquier otro momento en más de 11.700 años».
En 2024, según los datos de la ICCI, esta zona de mayor riesgo se convirtió «en la primera región mundial de glaciares que se confirmó que era más pequeña que en cualquier otro momento anterior desde el final de la última Edad de Hielo», cuyo fin se estima que fue hace unos 10.000 años.
Los glaciares en algunas regiones, como los Andes tropicales o en las altas montañas de Asia, aportan una alta proporción del suministro estacional de agua, por lo que su derretimiento o alteración afecta la vida de millones de personas.
En este sentido, el informe se refiere a una investigación de julio de 2024 que encontró fluctuaciones en el agua de deshielo de los Andes peruanos, un fenómeno «directamente relacionado con cambios en la biodiversidad global».
«Esto sugiere que la biodiversidad acuática montañosa se verá afectada a nivel mundial a medida que los glaciares retrocedan», subraya la ICCI.
Sin precisar números, el informe dice que «muchos glaciares» de los Andes septentrionales, África oriental e Indonesia, especialmente aquellos cercanos al ecuador, «están desapareciendo demasiado rápido como para salvarlos, incluso en el clima actual», pues «el calentamiento global aceleró enormemente su derretimiento».
«Algunos de ellos, especialmente en partes de los Andes septentrionales, podrían proporcionar una fuente estacional confiable de agua durante cientos o miles de años más sin el calentamiento inducido por el hombre», subraya el documento.
La organización insiste en que la pérdida de estos glaciares, estimada en algunos casos para mediados de siglo, «impactaría especialmente a las poblaciones rurales en el norte de Perú, así como en Bolivia y el norte de Chile, y también afectaría a ciudades grandes como La Paz».