Redacción (ALN).- Al menos 8 millones de niños menores de 5 años —en quince países afectados por los conflictos sociales y ambientales— corren el riesgo de morir por desnutrición severa, en caso de que no reciban atención y alimentos terapéuticos inmediatos.
La cifra aumentará cada minuto, advirtió UNICEF a líderes mundiales, tras los preparativos para la cumbre del G7, la cual reunió a las llamadas economías «más avanzadas» del mundo.
Asimismo, el organismo detalló que desde principios de año, la creciente crisis alimentaria mundial ha provocado que 260,000 infantes más —es decir, un niño o niña cada minuto— sufran desnutrición grave.
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«La ayuda alimentaria es fundamental, pero no podemos salvar a los niños hambrientos con sacos de trigo. Necesitamos llegar a ellos con alimento terapéutico antes de que sea demasiado tarde», dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.
Según reseña Expoknews, en 2020, cerca de cinco millones de niños recibieron tratamiento con alimentos terapéuticos rentables y listos para usar pero, la pandemia, la guerra en Ucrania y el cambio climático están aumentando la crisis en cuanto a comida.
Aunado a ello, el precio de los alimentos terapéuticos para tratar la desnutrición grave se ha disparado un 16% en las últimas semanas, debido a un fuerte incremento en el costo de las materias primas, lo que ha dejado a 600,000 menores sin un tratamiento vital y en peligro de muerte.
Las medidas del G7
Las siete potencias sustentaron finalmente la propuesta de EEUU de destinar 5.000 millones de euros para combatir la inseguridad alimentaria. La mitad de esos fondos los aportará Estados Unidos.
La organización humanitaria Save the Children consideró insuficientes las medidas adoptadas por los países del G7 para luchar contra la que considera la «peor crisis global del hambre en décadas».
Save the Children dio la «bienvenida» al compromiso de dedicar 4.500 millones de dólares (4.270 millones de euros) a la Alianza Global para la Seguridad Alimentaria, lanzada en mayo por el G7 y el Banco Mundial, pero recalcó que «se necesita más» para atajar el problema.
La cumbre del grupo de países industrializados en Baviera ha sido «una oportunidad perdida para establecer el tipo de paquete completo de respaldo que se necesitaba», afirmó en un comunicado Gabriella Waaijman, directora humanitaria global de Save the Children.
«Ese paquete tenía que poner un mayor énfasis en la nutrición, incluido el compromiso de ofrecer los alimentos terapéuticos necesarios para sacar del borde del abismo a niños con malnutrición severa», agregó.
Además, el G7 tampoco ha logrado acordar «acciones a largo plazo» para hacer frente a las crisis «cíclicas y predecibles» que «amenazan millones de vidas», incluidos planes para contrarrestar el cambio climático y afrontar conflictos.
Waaijman apostó por «invertir en acciones tempranas y anticipatorias, y fortalecer la resistencia de las comunidades facilitando flujos de ayuda rápidos y flexibles hacia los actores locales que más lo necesitan».