(EFE).- El hemisferio norte, que apenas lleva un mes bajo el solsticio de verano, se asfixia bajo unas temperaturas diurnas de récord y un calor nocturno tropical, peligroso para la salud, según dijo este martes la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El calor sofocante se ha instalado en media Europa estos días, pero también en Estados Unidos y otras zonas de Asia y África, con temperaturas diurnas de récord y noches tropicales, lo que ha despertado una creciente preocupación por las consecuencias que pueda tener en la salud.
Actualmente, el hemisferio norte sufre seis veces más olas de calor que en los años ochenta -Europa además se calienta a doble de velocidad que la media mundial- y en lugares donde se superan los 45 grados las temperaturas pueden permanecer en los 40 grados durante la noche, lo que es más peligroso para la salud que la temperatura diurna, dijo hoy un especialista de la OMM.
«Temperaturas peligrosas para la salud»
«Las temperaturas nocturnas son particularmente peligrosas para la salud humana porque el cuerpo es incapaz de recuperarse del calor permanente, lo que lleva a un aumento de ataques al corazón y a muertes», indicó el experto en calor extremo de la Organización, John Nairn.
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El problema de estas altísimas temperaturas es que buena parte de los habitantes de Europa no están acostumbrados a ellas y a las autoridades les preocupa los problemas que pueda haber en la salud, sobre todo de los más vulnerables.
Ya el verano pasado, en el que el mercurio batió récord de calor en algunas partes de Europa, murieron 61.672 personas a causa del calor, según un reciente estudio dado a conocer por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), después de que la oficina estadística europea Eurostat ya notificara días antes un exceso de mortalidad inusualmente alto ese verano.
Temperaturas récord en EEUU y Europa
Unos cien millones de habitantes del sur y el oeste de EE.UU. se mantienen bajo alertas por calor extremo, un calor «implacable» que este martes podría superar varios récords, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).
Para hoy, los meteorólogos pronostican temperaturas máximas de 48 grados Celsius (118 Fahrenheit) en Phoenix (Arizona); 44 (111) en Las Vegas (Nevada), y 42 (107) en Dallas (Texas). Y seguirán subiendo hasta el miércoles, con sensación térmica de hasta 43 Celsius (110 Fahrenheit) en Little Rock (Arkansas), 42 (197) en Memphis (Tennessee) y 41 (105) en Nueva Orleans (Luisiana).
El mapa muestra alertas de calor extremo desde las costas de California a Nevada, Utah, Arizona, Nuevo México y Texas, al tiempo que el NWS advirtió de que la costa del Golfo de México y el sur pueden esperar temperaturas de 32 a 34 grados Celsius (90 a 93 Fahrenheit).
También en España, trece regiones están en alerta por temperaturas muy altas, con especial incidencia en Aragón, Cataluña y Baleares, donde hay aviso rojo, de riesgo extremo, por valores que alcanzarán hasta 43 grados.
Y la temperatura del Mediterráneo ya se sitúa en torno a los 28 grados frente a la costa mediterránea e, incluso, podría alcanzar los 30 antes de que llegue el mes de agosto, cuando lo normal era no alcanzar nunca esa cifra o hacerlo a finales del verano.
Calor infernal en Italia
Italia no escapa al infernal calor, y de hecho es allí donde han bautizado «Caronte» al potente anticiclón que impulsa aire muy cálido desde África y que estos días dejará máximas históricas de 47 grados que se esperan en las islas de Sicilia y Cerdeña y noches tórridas, en las que es difícil conciliar el sueño.
Tan inusuales son estas temperaturas en algunas partes del continente que el presidente de la Federación de Médicas y Médicos del Servicio Público de Salud (BVÖGD) de Alemania, Johannes Niessen, dijo hoy que su país debería introducir costumbres habituales en el sur de Europa durante los meses de verano para adaptarse, como por ejemplo la siesta.
«Nos deberíamos fijar en los países del sur con respecto al calor en el ámbito del trabajo: madrugar, trabajar productivamente durante la mañana y siesta al mediodía es un concepto que deberíamos introducir en los meses de verano», según Niessen.
Calor: sequía e incendios
Las altas temperaturas, unidas a la sequía, también alimentan los incendios forestales que arden a veces sin control incluso a las puertas de grandes ciudades.
Es el caso de Atenas, donde sigue la lucha contra tres grandes incendios desatados este lunes, que se propagaron con rapidez, que obligaron a la evacuación de miles de personas y calcinaron viviendas y automóviles.
Las imágenes difundidas esta mañana por los medios griegos muestran la devastación sufrida en la citada región, densamente poblada, con numerosas casas, locales comerciales y automóviles calcinados por completo.
También en España, concretamente en la isla de La Palma, del archipiélago de las Canarias, en el Atlántico, hay un incendio forestal que ya ha calcinado unas 3.500 hectáreas, que obligó a desalojar a miles de personas de poblaciones cercanas -que ya han podido regresar a sus viviendas- y que se ha introducido en un parque nacional de gran valor ecológico, el de la Caldera de Taburiente.