(EFE).- El presidente argentino, Alberto Fernández, hizo este martes un llamamiento en favor de la «unidad» de la coalición oficialista del Frente de Todos, dividida actualmente entre los partidarios y los detractores del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar un préstamo de más de 40.000 millones de dólares.
En declaraciones radiales, el mandatario reconoció que existen «miradas diferentes» sobre algunas cuestiones, pero insistió en la importancia de que la coalición se mantenga «unida» ante los desafíos económicos que afronta el país, con una espiral inflacionaria acelerada por los efectos de la invasión rusa a Ucrania.
«Lo que no podemos hacer es darnos el lujo de desunirnos. Yo, por mi parte, no haré un solo gesto para romper la unidad», aseveró Fernández en diálogo con Radio El Destape.
«EL PRESIDENTE SOY YO»
El sector oficialista más contrario al nuevo acuerdo con el FMI es el «kirchnerismo», la facción del peronismo liderada por la expresidenta (2007-2015) y actual videpresidenta del país, Cristina Fernández de Kichner, quien se mostró muy crítica con las políticas de ajuste sugeridas por el organismo multilateral.
De hecho, a principios de febrero Máximo Kirchner -hijo del también expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) y de Cristina Fernández- renunció como jefe del grupo oficialista en la Cámara de Diputados a través de una carta con fuertes críticas a las negociaciones del Ejecutivo con el FMI.
En ese sentido, el actual jefe de Estado ratificó su disposición de «sentarse» con todos los sectores del oficialismo, aclarando que, en cualquier caso, el encargado de tomar las decisiones finales es él.
«Yo escucho a todos, pero la verdad es que el presidente soy yo y quien toma las decisiones soy yo. Yo valoro a Máximo, valoro a Cristina. Esto no va en detrimento de nadie. Lo que digo es cómo funciona un Gobierno, no existe la presidencia colegiada», afirmó el mandatario, subrayando que no es «títere» de nadie.
«Aquí nadie sobra. Nadie está de más, nadie. Por mi parte, solo van a encontrar voluntad de seguir trabajando juntos, estoy convencido de que lo vamos a lograr poco a poco», agregó.
UN ACUERDO «TRAUMÁTICO»
El Parlamento argentino aprobó el pasado jueves un nuevo entendimiento con el FMI, que permitirá refinanciar deudas por unos 45.000 millones de dólares e implicará aplicar políticas fiscales y monetarias con el objetivo de reducir los desequilibrios macroeconómicos del país.
La Cámara Alta aprobó el proyecto de ley que incluye este acuerdo con 56 votos a favor, 13 en contra y tres abstenciones, en una votación que evidenció las diferencias en el seno del oficialismo, con varios senadores del Frente de Todos manifestando su oposición al nuevo programa con el FMI.
Alberto Fernández reconoció que el tratamiento parlamentario del acuerdo fue «traumático» para la coalición oficialista, que ahora debe «seguir adelante» para «solucionar» los problemas económicos que atraviesa Argentina.
«Acabamos de vivir una votación donde hubo opiniones diferentes. Ese para mí no es el problema, para mí el problema es que a los argentinos, en la medida en que la inflación siga subiendo, el sueldo les rinde menos. Ahora que arreglamos con el Fondo y este año no tenemos que pagar 19.000 millones de dólares, ahora pongámonos a arreglar estos problemas», concluyó el presidente.
La aprobación de este acuerdo en el Congreso llegó tras un largo proceso de negociaciones entre el Ejecutivo y el FMI para la refinanciación del crédito que otorgó a Argentina en 2018, durante el mandato de Mauricio Macri (2015-2019), que el país, sumergido desde ese año en una grave crisis, no estaba en condiciones de devolver en tiempo y forma.