Juan Carlos Zapata (ALN).- ¿Cuántos nombres? ¿Cuántos rostros? Delcy Rodríguez, la vicepresidenta Ejecutiva del régimen de Maduro, sigue en el centro de la polémica desde que en la madrugada del lunes 23 de enero el avión que la transportaba aterrizó en Barajas y se le impidió el ingreso a España al estar sancionada por la Unión Europea. Nombres reales. Supuestos. Cargos. Y hasta un rostro amable pintado por un expresidente del gobierno de España. Todo alrededor de Delcy Eloína Rodríguez Gómez.
De pronto la vicepresidenta Ejecutiva de Nicolás Maduro se coloca en el centro de la noticia. La reunión que sostuviera el ministro José Luis Ábalos con ella dentro del avión que la transportó al aeropuerto de Madrid se convirtió en la noticia del mes, y no para de dar titulares, en la prensa digital y en la prensa escrita, en las redes y la televisión, en la radio, en el boca a boca. El nombre, Delcy Rodríguez, se volvió familiar al usuario de medios. Ella misma. Su rostro. Las gafas de montura negra y amplio espectro. Conocida en los círculos de poder, ahora tampoco es una figura anónima en el público.
Pero en principio los titulares tenían que asociarla al cargo o agregar alguna referencia de su cercanía con Maduro. En la primera nota que lanzó Vozpópuli sobre el caso (fue este medio el que adelantó la primicia), la identificó como la “vicepresidenta de Venezuela”, pero el titular comenzaba con que el ministro Ábalos se reunió con ella, pues para España, era Ábalos y no Delcy Eloína Rodríguez Gómez, el foco de atención. De hecho, las notas se ubican en la sección nacional y no en la internacional, en el entendido de que la polémica remite de manera directa a la política doméstica.
En esa primera entrega, los periodistas Antonio Rodríguez y Alejandro Requeijo, adelantan que se trata de la “delfín” de Maduro. Una forma de ubicar la posición política, la importancia del personaje, en el anillo de poder más cercano a Maduro. Y por allí sale uno de los primeros de los tantos “nombres” que irá ganando el personaje.
Es así que reventada la noticia, los titulares en principio la identifican como la Segunda del régimen de Maduro, la No.2 de Maduro, o la Mano derecha de Maduro, y estas mismas expresiones son las que se repiten en los noticieros de televisión, en los comentarios de las tertulias de radio y televisión, en los análisis de los columnistas. Vozpópuli vuelve sobre el tema el jueves 23 de enero atribuyéndole dos condiciones: “Delcy Rodríguez, la fiel colaboradora que Maduro convirtió en su mano derecha”.
El caso Delcy Rodríguez desata una guerra abierta entre el PSOE y el PP
Bien entrada la semana, ya ido el presidente Encargado Juan Guaidó de Madrid, en RTVE el periodista Iñigo Alfonso le pregunta a la canciller Arancha González Laya “qué vino a hacer esa señora a España” y la ministra respondió que “eso habría que preguntárselo a esa señora”, para luego corregirse y corregir al periodista apuntando que “esa señora tiene nombre”. Hasta ese punto llegó la identidad de Delcy Rodríguez.
Por supuesto, aquellas frases se asociaban al nombre propio, Delcy Rodríguez. Y el Delcy Rodríguez se fue haciendo familiar, y de uso cotidiano, y de recordación automática. Tanto que ya este sábado, el periodista de ABC, Juan Carlos Girauta, usa un más íntimo Delcy en el encabezado de su artículo. “Ábalos y Delcy, la serie”. Es que después de casi dos semanas en primera página y en el foco noticioso, los españoles saben quién es Delcy, sin saberlo todo. El mismo sábado, El Mundo aborda el tema como el “caso Delcy”. En otros comentarios, se enfatizaba en la ironía de que la número dos de Maduro se había reunido con el número tres del PSOE.
¿Son todos estos los nombres de Delcy Rodríguez? Hay más. Queda el supuesto con el que se iba alojar en un hotel de lujo del Paseo La Castellana. Sus amigos en Caracas insisten en que logró entrar en Madrid y hacer sus reuniones -tenía una agenda de citas y una de ellas con un empresario petrolero-, y ello quizá tenga la intención de vender una versión épica y dejar en ridículo al gobierno, a los medios y la oposición de Venezuela. Pero se sabe que Delcy Rodríguez no entró, y siguió viaje hacia Qatar. Sus amigos, sin embargo, comentan -lo dicen ellos en Caracas- que ingresó con otro pasaporte, pues se ha hecho costumbre que jerarcas del régimen de Maduro y boliburgueses sancionados, usen doble identidad para desplazarse por alguna parte del mundo.
Delcy Rodríguez ha sido ministra, canciller, vicepresidenta Ejecutiva, mano derecha, delfina, número Dos y la segunda en el anillo del poder del régimen de Maduro, el más cruel, sanguinario y represor en la historia de Venezuela
Quedan la curiosidad de saber el nombre supuesto del hotel, y la doble identidad del pasaporte. Pero al menos se sabe de otro rostro. El suyo propio resulta familiar. Está en todas partes. Y ahora hay el nuevo que este domingo en el diario La Razón, le atribuyó el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. En la entrevista, destaca que Delcy Rodríguez encabeza la Comisión de La Verdad y “ha colaborado conmigo para promover la mayoría de las liberaciones de dirigentes de la oposición, empezando por Leopoldo López”. Que Delcy Rodríguez “es la persona que me acompañó tres veces a la prisión de Ramo Verde para hablar con Leopoldo López y promover su libertad”. Y que Delcy Rodríguez “ha trabajado siempre a favor de las medidas de libertad y de los derechos fundamentales”.
Dicho así, pues Delcy no es Eloína sino heroína. Pero si se aclara que las liberaciones no han sido masivas, y que esa Comisión de la Verdad fue designada por Maduro y no por acuerdo nacional, y que si Zapatero no la recuerda nadie la recuerda, y que Leopoldo López salió libre porque lo liberó el general Manuel Cristopher Figuera la madrugada del 30 de abril de 2019, el exjefe de la policía política que se le fue a Maduro, involucrado en la fallida conspiración en la que muchos elementos civiles y militares también lo estaban, y que Delcy Rodríguez ha sido ministra, canciller, vicepresidenta Ejecutiva, mano derecha, delfina, número Dos y la segunda en el anillo del poder del régimen de Maduro, el más cruel, sanguinario y represor en la historia de Venezuela, y el que ha logrado el hecho inédito de expulsar del país a más de 6.000.000 de venezolanos.