Redacción (ALN).- La crisis en Colombia preocupa a Europa. De hecho, fue uno de los temas que manifestó el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, al secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, este martes en Londres.
La Unión Europea (UE) condenó este martes la violencia de las fuerzas de seguridad colombianas contra los manifestantes que protestan por la ya retirada reforma tributaria del gobierno y pidió que se lleve ante la justicia a los responsables de la represión, que ha dejado ya 19 muertos.
«La UE condena los actos de violencia, que apuntan contra los derechos legítimos a manifestarse, a la libertad de reunión y de expresión. Es muy importante que se respeten estos derechos», dijo el portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior, Peter Stano.
Stano pidió poner fin a la escalada de la violencia y expresó la «confianza» de la UE en las instituciones colombianas para «investigar y llevar a la cárcel a los responsables de cualquier abuso y violación de los derechos humanos».
El tema preocupa en Europa y la prueba es que el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, conversó con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en la reunión que mantuvieron este martes en Londres en el marco del G7.
Borrell «expresó su preocupación por la creciente inestabilidad en Colombia y la necesidad de avanzar en la implementación del acuerdo de paz», precisó su centro de comunicación.
Las manifestaciones comenzaron en noviembre de 2019 en protesta por la reforma fiscal anunciada por el presidente Iván Duque y resurgieron la semana pasada, tras un año de pandemia que ha empobrecido a miles de familias colombianas.
Los colombianos que han salido a la calle protestan contra una reforma fiscal que, de haber salido adelante, hubiera golpeado especialmente a la clase media y a la baja, por la ampliación de la base tributaria y el cobro del IVA del 19 %.
Unas protestas que no han parado pese a la renuncia del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, y que han provocado ya la muerte de 18 civiles y un policía, además de 800 heridos, según la oficina de la ONU en Colombia.