Redacción (ALN).- La cantante británica Adele siempre impresiona a sus fanáticos en sus conciertos siendo ella misma, y es que en una de sus últimas presentaciones tuvo que poner una pausa para darle fin a un asunto que la incomodaba.
El problema que la aquejaba y que le confesó a su público en pleno concierto era que tenía muy ajustado el cinturón que llevaba puesto y que seguro se debía a la cantidad de comida que había ingerido la noche anterior.
“Esto es oro macizo y no puedo respirar con esto, no voy a mentir, anoche cené comida china después del concierto y luego, esta mañana desayuné mucho bacon, patatas y tortilla, ahora mi cinturón me aprieta y es de metal. No lo pueden ver, porque cuando me siento se lo tragan mis michelines, pero es de oro macizo y no puedo respirar”, contó la cantante como una anécdota.
“No sé si debería pedirte que me lo quites”, le dijo la cantante a su pianista para que le quitara la prenda.
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