(EFE).- Una jueza ordenó hoy prisión provisional para doce inmigrantes acusados de forzar el aterrizaje de un avión para entrar de forma irregular en España, mientras otros doce siguen siendo buscados, indicaron fuentes judiciales.
A los detenidos, que se negaron casi todos a declarar ante la magistrada, se les imputan inicialmente delitos de sedición, desórdenes públicos y favorecimiento de la inmigración irregular.
Según las fuentes consultadas, el delito más grave que se les imputa es el de sedición, que se castiga con penas de hasta diez años de cárcel, y también pueden ser condenados a prisión por los delitos de desórdenes. La entrada ilegal en España es una falta administrativa.
La jueza de la ciudad de Palma (en el archipiélago de Baleares, este de España), donde el pasado día 5 aterrizó de urgencia el avión por una supuesta emergencia médica, dictó prisión provisional, comunicada y sin fianza para estos doce jóvenes.
Al parecer, se concertaron en un grupo de Facebook para forzar con una falsa alarma médica el aterrizaje de un Airbus 320 de Air Arabia que cubría la ruta entre la ciudad marroquí de Casablanca y la turca de Estambul.
Los encarcelados son el hombre que supuestamente simuló un coma diabético, un joven que le acompañó al hospital y se dio a la fuga al bajar de la ambulancia, otro que agredió en el avión a un agente de la Guardia Civil y nueve pasajeros que huyeron a través de las pistas y fueron arrestados ya fuera del aeropuerto.
El pasajero que simuló un coma diabético, de 32 años, había sido detenido el año pasado en Marbella (sur de España) y cuenta con antecedentes penales por atentado contra la autoridad, resistencia y daños.
Tras el aterrizaje, presuntamente planificado por miembros de un multitudinario grupo de Facebook marroquí llamado Brooklyn, se dieron a la fuga veintiún pasajeros, de los que doce están todavía en paradero desconocido.
La Policía española confirmó hoy la vinculación con este grupo, que en julio pasado publicó un texto en el que se describe una acción muy similar.
El incidente es considerado por las autoridades españolas como una nueva forma para la entrada irregular de inmigrantes, hasta ahora insólita en España, donde gran parte de las llegadas se producen por el mar.
Enparalelo a las actuaciones judiciales en España, la Policía y la Justicia de Marruecos han abierto una investigación sobre «las informaciones publicadas» acerca de la fuga de estos pasajeros en su mayoría marroquíes salvo un palestino.