Daniel Gómez (ALN).- Desde el equipo de campaña de Andrés Manuel López Obrador insisten en que la construcción del nuevo aeropuerto de Ciudad de México “se detendrá de inmediato” si AMLO gana las elecciones. Aseguran tener una propuesta mejor, más barata y sostenible, como si quisieran demostrar que no sólo pueden con los rivales a la Presidencia sino también con el magnate y líder nacional Carlos Slim, gran defensor de la nueva terminal.
Si es elegido presidente, Andrés Manuel López Obrador cancelará la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México. “La cancelará de inmediato”, dijo este jueves –según reseñó el diario El Financiero– Javier Jiménez Espriu, parte del equipo del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y señalado por el propio AMLO como futuro ministro de Comunicación y Transporte.
Desde 2014 hasta hoy, el nuevo aeropuerto ha suscrito 321 contratos, los cuales suman inversiones de 7.800 millones de dólares. De ese dinero, 3.900 millones corresponden al consorcio que lidera el Grupo Carso, propiedad del hombre más rico de México,Carlos Slim.
Este lunes, Slim dio una de sus escasas, pero medidas comparecencias para defender la construcción de la nueva terminal. No tanto por una cuestión de dinero, sino por una cuestión de futuro.
AMLO prometió también respetar los 321 contratos ya firmados
El problema es que ese futuro podría tener el nombre de Andrés Manuel López Obrador. Todas las encuestas le postulan como ganador –con holgada ventaja- para los comicios del próximo 1 de julio. Su promesa es cancelar el aeropuerto. Prometió también respetar los 321 contratos ya firmados, sin que los contratistas esperen compensaciones.
Jiménez repitió este discurso el jueves. También defendió la propuesta alterna, el plan con el que AMLO quiere demostrar que no sólo puede con José Antonio Meade y Ricardo Anaya, sino también con el hombre más poderoso de México, Carlos Slim.
La propuesta alterna contempla la modernización de la actual terminal, y la reactivación del aeropuerto militar de Santa Lucía para no gastar tanto dinero. Sería un proyecto que, según López Obrador, se ejecutaría antes y sería más sostenible. Además, argumentó, daría utilidad a dos terminales que quedarían inoperables.
Los argumentos de Slim
El ingeniero Slim desmontó la “seria propuesta” de López Obrador. Para ello, se valió de dosis de orgullo nacional, además de especificaciones técnicas, como que la base militar está muy lejos de la capital. “Vamos a tener a los turistas perdiendo al menos una hora o más de su tiempo”.
Por otro lado, está el suelo. El nuevo aeropuerto se construye sobre un antiguo lago hacia el cual afluyen nueve ríos. Se trata de un terreno arcilloso que, según Slim, no sólo afecta el terreno del aeropuerto, sino todo el valle. Un problema que, con las tecnologías actuales, dijo el magnate, se puede afrontar sin mayor costo.
Slim piensa que México merece un aeropuerto de primer nivel, un proyecto que no sólo sea vistoso, sino que también sirva como detonador, que atraiga inversiones para el país y más concretamente, para el lugar donde se construye, una zona marginal de cinco millones de personas donde la pobreza y la violencia están a la orden del día.
Otra de las cosas que planteó Slim es que el actual aeropuerto no quedaría inservible. Ese será “el verdadero detonador”. De allí, planteó Slim, se construirá un nuevo Paseo de la Reforma que conecte con la nueva terminal. Un bulevar para coches, peatones y bicicletas en el que habrá hoteles, oficinas, universidades y hasta un Silicon Valley mexicano.
Todo eso se imaginó el magnate. Y como desde el equipo de AMLO se sabe que la voz de Slim pesa mucho en México, el discurso de Jiménez fue incendiario, pero no imperativo. “Hay una posibilidad muy alta de cancelar el nuevo aeropuerto”.