Daniel Gómez (ALN).- Naciones Unidas acaba de tasar la avalancha migratoria en 4,3 millones de personas. Dice que está exacerbando las tensiones económicas en América Latina y superando las capacidades de los países. Por eso piden más fondos. Más compromiso. Más coordinación. Es el momento de la unidad, señalan.
Eduardo Stein, enviado especial de Naciones Unidas para el éxodo venezolano, estuvo de visita en Colombia, Ecuador, Perú y Chile. Allí comprobó que la avalancha migratoria que viene de Venezuela son mucho más que cifras.
“El número de refugiados y migrantes de Venezuela ahora ha alcanzado los 4,3 millones y crece día a día. A partir de hoy, este movimiento masivo de población no tiene un final a la vista, que incluye un número creciente de personas con vulnerabilidades, muchas de ellas que necesitan protección internacional, así como un gran grupo que busca acceso a servicios básicos y oportunidades de empleo”, detalló Stein en un comunicado de este jueves.
Crece el número de migrantes, pero no el monto de los recursos que requieren los países. Colombia, el país más impactado por el éxodo, apenas ha recibido 30% de lo pactado por la ONU.
“También hago un llamamiento a la comunidad internacional, incluidas las agencias de cooperación bilateral y multilateral, las instituciones financieras y los actores del desarrollo, para que refuercen su apoyo, incluso financiero, a la población venezolana, así como a los países receptores y las comunidades locales que albergan a los venezolanos”, agregó Stein.
“Me preocupa que los límites a los venezolanos para acceder al territorio de los países receptores puedan obligarlos a realizar viajes irregulares, lo que lleva al tráfico y el contrabando, y agrava sus vulnerabilidades”, dijo Stein.
A pesar de todo, de los presupuestos ajustados, la disminución de los recursos, las tensiones sociales y las instituciones abrumadas, “los países continúan haciendo esfuerzos encomiables para brindar protección y asistencia y para promover la inclusión social y económica de los venezolanos en su territorio”.
No obstante, advierte: “Hay pocas dudas de que la situación de los refugiados y migrantes venezolanos está superando las capacidades de los países individuales y de la región en su conjunto”.
Por todo lo anterior, Stein, quien también actúa como representante de la agencia para los refugiados de la ONU, Acnur, y de la Organización Internacional de las Migraciones, dijo estar preocupado.
“Me preocupa que los límites a los venezolanos para acceder al territorio de los países receptores puedan obligarlos a realizar viajes irregulares, lo que lleva al tráfico y el contrabando, y agrava sus vulnerabilidades”, dijo Stein.
Este lunes en Ecuador entró en vigor la visa humanitaria. Un documento que tendrán que utilizar los venezolanos que quieran ingresar en el país. Este requisito impuesto por el gobierno de Lenín Moreno provocó que este fin de semana, con el fin de evitar el requerimiento de la visa, a la frontera de Colombia con Ecuador acudieran más de 13.000 venezolanos.
Muchos no llegaron a tiempo. Unos se conformaron con la desesperanza, y otros, en cambio, siguieron adelante por rutas clandestinas. Un reporte del diario El Universo habla de 26 venezolanos que llegaron a Ecuador cruzando trochas, peñascos y ríos que desconocían.
“Exhorto respetuosamente a los países de la región a continuar articulando, coordinando y armonizando sus políticas e intercambiando información y buenas prácticas a través del Proceso de Quito, que como grupo no vinculante ha reunido a los países de América Latina y el Caribe afectados por la salida de refugiados y migrantes venezolanos. Los aliento a que continúen buscando la cooperación y el intercambio de responsabilidades”, dijo Stein.