Juan Carlos Zapata (ALN).- Se acercaron el chavismo cuando los dineros fluían. Cuando Hugo Chávez construía un espejismo. Pero ellos vieron otra cosa. Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero e Íñigo Errejón, entre otros, se acercaron en plan de expertos y asesores. Y defendieron el proceso. ¿Qué ocurre ahora? Cuando estaban juntos, Iglesias y Errejón, hicieron causa común con aquello que vendían como un proceso democrático e inclusive llegaron a colocarlo como un ejemplo para Europa. En plena crisis de Podemos, Iglesias y Errejón intentan desmarcarse de lo que resultó en fracaso rotundo. Pero la marca que llevan dentro es profunda. Por más que digan que cambiaron.
No hay manera de olvidarlo. Eran los embajadores del chavismo en España. La dirigencia de Podemos escribía tuits. Grababa videos. Ellos declaraban en prensa, radio y televisión. Y algunos otros cobraban facturas. Íñigo Errejón y Pablo Iglesias eran desafiantes con el tema Hugo Chávez, con el tema Venezuela, incluso con Nicolás Maduro. Entonces estaban unidos. Entonces recorrían juntos el asalto al poder en España y coincidían en el respaldo al proyecto chavista. Ahora la crisis de Podemos los separa. Pero los sigue uniendo el proyecto chavista aunque no en plan de defensa sino en plan de condena.
Para Pablo Iglesias, la situación en Venezuela es nefasta. Para Errejón, es un desastre. Dos palabras que apuntan hacia lo mismo. Hacia el fracaso del modelo chavista. Iglesias dijo aquello a mediados de diciembre ante la Comisión del Senado que investiga el financiamiento de los partidos y ante la cual negó, dijo No y No, que hubiera recibido dinero de Caracas.
Pese a ubicarse en aceras opuestas, mantienen un discurso similar, y es como si las frases las calcara uno del otro. En este caso, Errejón de Iglesias, pues quien las pronunció primero fue el secretario general de Podemos.
Estas son las “tonterías” que Pablo Iglesias y Podemos dijeron sobre el chavismo
Dijo Iglesias entonces:
-No comparto algunas cosas que dije en el pasado.
Y este domingo Íñigo Errejón le declaró a El País:
-Hice manifestaciones sobre Venezuela que ya no comparto.
Iglesias declaró ante el Senado:
-La situación política y económica de Venezuela ahora es nefasta.
Y Errejón ¿cómo la catalogó?:
-La situación en Venezuela me parece un desastre.
Pablo Iglesias dijo en el Senado que:
-Rectificar en política está bien.
Y Errejón, como si copiara el libreto señaló:
-Y cuando hablas con mucha gente, escuchas puntos de vista. Y cambias tus opiniones sobre cosas. Sé que en política no es normal. Pero es así.
Iglesias admitió haber dicho “tonterías”. Errejón admitió haber borrado tuits de su cuenta. Lo cierto es que decían cosas como que Venezuela era la democracia más saludable del mundo. Se oyeron expresiones como qué envidia les daban los españoles que vivían en Venezuela. Y ahora Errejón lo dice tajante:
-Ni quiero una situación como la que se vive en Venezuela para mi país o mi región.
Ellos, expertos, catedráticos, no vieron lo obvio, o los intereses, o la ideología, o el fanatismo, no los dejó ver lo que estaba a la vista. Que el chavismo era un modelo que iba al fracaso, sostenido sólo por el carisma de un hombre y sobre todo por los miles de millones de dólares que disponía y que manejaba a discreción. A Chávez no le ganaba nadie en el cuerpo a cuerpo. En el derroche de simpatía. Los de Podemos también sucumbieron a esta embestida. Y no quisieron ver la corrupción. Y no quisieron ver el surgimiento de la boliburguesía. Se conformaban con lo que decía Hugo Chávez de que estaba construyendo un nuevo poder, desalojando del poder a quienes habían controlado en el pasado la renta petrolera. Se creyeron el cuento: estamos desalojando la vieja casta en beneficio del pueblo. La verdad es que la nueva casta es la boliburguesía. Y como ha declarado el exasesor de Tony Blair, Sir Lawrence Freedman, a El País este domingo: “Pero hemos podido ver en países como Venezuela que los populistas pueden acabar siendo una élite mucho peor para la gente que la élite anterior”. Pero los amigos y ahora adversarios Íñigo Errejón y Pablo Iglesias, no lo veían así. Hasta ahora. Quizá. El fantasma del chavismo los acosa y no los dejará tranquilos.