Juan Carlos Zapata (ALN).- Asesores de Juan Guaidó le recomendaron hasta último minuto que si Pedro Sánchez no lo recibía entonces él tampoco aceptara la entrevista con la canciller Arancha González Laya. Pero otro plan estaba en la mente de Guaidó. Más estratégico que coyuntural.
Fuentes del equipo de Juan Guaidó revelaron al diario ALnavío que el presidente de la Asamblea Nacional y presidente Encargado de Venezuela fue aconsejado de que no se entrevistara con la canciller de España, Arancha González Laya. Los asesores le decían a Guaidó que al gobierno de Madrid había que pagarle con la misma moneda ya que Pedro Sánchez se había negado a recibirlo, al contrario que Boris Johnson en Londres, Emmanuel Macron en París y Angela Merkel en Davos, entre otros líderes de Europa.
La presión fue intensa para que Guaidó dejara plantada a la canciller que había anunciado desde días antes que lo iba a recibir. La reunión se estableció para el sábado en la tarde, y no en la Cancillería sino en Casa de América. El diario El País tituló: “El Gobierno rebaja al mínimo el recibimiento en Madrid a Guaidó”. En cierto modo, por esta línea iban quienes le apuntaban a Guaidó que desistiera del encuentro. Los asesores señalaban que era incompresible la posición de Pedro Sánchez, y que, si se anunciaba que la reunión no se iba a producir, tal vez ello podría servir de empuje contra el presidente del gobierno de España, ya inmerso en medio de la polémica por el encuentro que el ministro de Transporte y Movilidad, y número dos del PSOE, José Luis Abalos, había sostenido con el aeropuerto de Barajas con la vicepresidenta de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez.
Pero Guaidó pensó de otra manera. Lo dijo. Su pelea no es con Sánchez. Más bien quiere a Sánchez de su lado para luchar contra la dictadura de Nicolás Maduro. Es que Guaidó entiende que, así como sus asesores consideran incomprensible la posición de Sánchez de no recibirlo, la opinión pública y los factores políticos españoles consideran lo mismo tomando en cuenta el papel de enlace que juega Madrid entre América Latina y la Unión Europea. Madrid marca la pauta, y este es un hecho. La marcó cuando en 2018 el entonces canciller Josep Borrell declaró que el mandato constitucional de Maduro llegaba hasta el 10 de enero de 2019: desde allí en adelante no sería reconocido presidente, tal como en efecto ocurrió.
Juan Guaidó no quiere pelea con Sánchez sino que juntos combatan la dictadura de Maduro
Guaidó también entiende que la presión ahora la tienen el PSOE y el gobierno de Sánchez pues ni la prensa ni la oposición le han dado tregua por esa postura. En el PSOE lo saben, además. Y, de hecho, previo al encuentro con la canciller en Casa de América, Guaidó hizo lo propio con el secretario de Asuntos Internacionales del PSOE, Héctor Gómez Hernández.
-El PSOE está haciendo control de daños -dijo una fuente del equipo de Guaidó al diario ALnavío. -Saben el problema en que están metidos.
En este mismo sentido, cabe destacar lo que ocurrió en el último evento protocolar que sostuvo Guaidó en Madrid. Sucedió el sábado por la noche después del mitin en Puerta del Sol, en la sede de la Comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso del Partido Popular. Aquí no solo asistieron las fracciones de la derecha y de centro derecha sino también los representantes del PSOE, que es la fracción más numerosa. Y el jefe del grupo, Ángel Gabilondo, le señaló a varios representantes de los partidos venezolanos con presencia en España, que ellos estaban allí, en el evento, “no por compromiso sino por convicción”.
Es a esto a lo que apostaba Guaidó cuando desoyó el consejo de aquellos asesores. Al largo plazo. A lo estratégico. Aceptó la realidad con humildad, no sin dejar de repetir que Sánchez es un aliado de la causa democrática de Venezuela, y que fue el primer mandatario de Europa que lo reconoció.
De paso, al final, la reunión con la canciller fue clave, pues con Arancha González Laya habló el mismo lenguaje de las elecciones libres. Son las elecciones presidenciales y no las parlamentarias a las que se refiere Nicolás Maduro. La posición expresada por la ministra es que el Ejecutivo quiere “contribuir con todos los medios a su alcance a crear las condiciones para que se celebren elecciones presidenciales con garantías democráticas”.