Daniel Gómez (ALN).- La internacionalización de las empresas españolas casi siempre pasa por América Latina. Ahí están los casos de la joven textil Ganso y la casi centenaria cadena de restaurantes Rodilla. Ambas afrontan la recta final de 2017 con planes de expansión que tocan mercados como Colombia, México y Chile.
La franquicia española tiene una parada casi obligada en Latinoamérica. La firma de ropa de lujo Ganso y la cadena de restaurantes Rodilla pueden servir de ejemplo. La primera, con más de una década de historia, acumula seis años de operaciones internacionales. Y aunque se ha centrado en Europa, siempre se ha preocupado por estar presente en el mercado latinoamericano. En los planes a más corto plazo no iba a ser menos.
Por su parte, Rodilla, un restaurante típico en el día a día de Madrid gracias a sus 78 años de historia, ha decido por fin salir al mercado internacional y en la hoja de ruta figura América Latina.
Ganso comenzó operaciones en 2004 y no salió de España hasta pasados los seis años. Entonces se centraron en cuatro destinos estratégicos: París, Lisboa y Londres para cercar el mercado europeo; y Santiago de Chile con el fin de estar presentes en Latinoamérica.
Con este movimiento de fichas fue como los hermanos Álvaro y Clemente Cebrián, fundadores de Ganso, concretaron la internacionalización de la compañía en 2011. Un proceso clave en la consolidación de la empresa como marca global, pues hoy la firma cuenta con más de 170 tiendas abiertas en todo el mundo, facturó 80 millones de euros en 2016 y funciona con el apoyo financiero del fondo de la casa de moda Louis Vuitton, LVMH.
Por cuestiones de cercanía, Ganso centró la internacionalización en Europa, pero nunca se olvidó de Latinoamérica. En la capital de Chile posee dos tiendas y en México nueve. Además, dentro del esquema de expansión, América Latina sigue figurando como prioritaria. Quieren reforzar los comercios donde ya están presentes y abrir al menos una nueva tienda en Colombia.
Y en Colombia también puede haber un restaurante de Rodilla. La cadena de sandwiches y desayunos fundada en 1939 por Antonio Rodilla sólo opera en España. Y dentro de España, Madrid es el mercado que acumula la gran parte de los ingresos, de récord en 2016 al superar la brecha de los 100 millones de euros.
78 años sin casi salir de Madrid
De los 120 restaurantes que atesora la firma, 102 están en la capital. La expansión, que está llevando la consejera delegada, María Conseller, pasa por el comercio digital a través de aplicaciones de reparto como Glovo y Deliveroo, y también por otros lugares de España como Murcia, Barcelona y Granada.
En una entrevista para el diario El País de Madrid, Conseller asegura que Rodilla también quiere ser competitiva en el mercado internacional y por eso se plantean entrar en mercados como Corea del Sur y Estados Unidos, donde la cultura del sandwich está muy extendida. También ha recibido propuestas desde Colombia y México.
Lo que limita la expansión de Rodilla a los mercados internacionales es una cuestión de principios. La cadena nunca inaugura un mercado a través de una franquicia. Siempre tiene que estrenarse con un negocio propio, y eso sin duda dificulta las operaciones que trata de hacer la firma fuera de España.
Si algo está claro, es que la marca España funciona en América Latina. Queda demostrado en el caso de grandes multinacionales como Telefónica, Santander, BBVA, Inditex y Repsol, y también con otras empresas de menor tamaño como es el caso de las cadenas de yogur helado Smöoy y Llaollao, la franquicia de 100 montaditos, TGB y Cervecerías La Sureña, y la firma de gafas de sol Hawkers.