Redacción (ALN).- Honduras recibe un préstamo del BID para reducir la tasa de mortalidad de aquellos niños que no alcanzan los 28 días de vida. Desde hace 20 años, esta categoría representa 62% de las muertes infantiles en el país.
En Honduras, dos de cada 10 partos son atendidos en casas en las que no está presente ningún personal sanitario. En el territorio rural, el indicador es todavía más elevado: cuatro de cada 10 nacimientos se producen de esta forma.
Esto es un problema para el niño, y también para la mujer. Ahí están las últimas cifras que publicó Unicef. La ONG advierte que la mortalidad materna en Honduras es de 61 mujeres de cada 100.000. Además, 24 bebés de cada 1.000 mueren antes de cumplir un año.
Para luchar contra esta situación, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) prestó 69 millones de dólares a Honduras. El objetivo es “mejorar los servicios en los municipios más pobres del país, mediante la mejora de la calidad, gestión y capacidad de respuesta de los servicios de salud”, destacó la entidad en un comunicado.
Desde hace más de una década, el Ministerio de Salud ha desarrollado el programa Reducción Acelerada de la Mortalidad Materna Infantil. Con él ha logrado disminuir la mortalidad materna, que llegó a situarse en 182 muertes en un total de 100.000 nacidos vivos en 1990. También se ha reducido la mortalidad infantil. Por aquel entonces murieron 39 bebés de 1.000 antes de cumplir un año.
La mortalidad neonatal no se ha reducido en 20 años en Honduras
Si bien las estadísticas han mejorado, la mortalidad neonatal, referida a aquellos niños que no alcanzan los 28 días de vida, no ha disminuido en 20 años, representando 62% de las muertes infantiles.
Con el préstamo, el BID pretende fortalecer los servicios de salud y también la educación de las familias. “La utilización informada de métodos modernos de planificación familiar puede reducir las muertes maternas hasta en un 32%”.
Además, “permitirá aumentar la cobertura de la atención del parto institucional frente al parto comunitario y mejorar la calidad de la atención de las complicaciones obstétricas-neonatales”.
Con el préstamo también se mejorará la calidad de los hospitales. Se equiparán las unidades para niños recién nacidos con “tecnologías como la telesonografia móvil, que permite realizar un diagnóstico más adecuado de la salud del niño en el vientre de la madre durante el embarazo y reducir en un 32% las muertes por prematurez”.
Los fondos también incluyen un programa educativo. La idea es empoderar a las mujeres en caso de peligro en el embarazo. Que ellas sean capaces, por voluntad propia, de pedir ayuda a un centro médico.