Antonio José Chinchetru (ALN).- El ejercicio del poder chavista y sus efectos sobre los venezolanos suelen relatarse a través de las acciones más noticiables de Maduro y los suyos. No es eso lo que hace ‘Siete sellos: Crónicas de la Venezuela revolucionaria’. A través de la compilación de 50 crónicas, Gisela Kozak Rovero transmite al lector la arbitrariedad cotidiana de ese régimen sobre los ciudadanos de a pie, pero también las dificultades diarias que atraviesan cada día esas mismas personas por culpa de la devastación causada por la pesadilla totalitaria en la que el PSUV y sus cómplices han transformado el que fue antaño un próspero país.
Podría haberse llamado Cincuenta relatos de terror en el infierno chavista. El editor, o la compiladora de los textos que conforman la obra, optó sin embargo por Siete sellos: Crónicas de la Venezuela revolucionaria. Da igual el número que figure en el título de este libro que recoge medio centenar de testimonios periodísticos seleccionados por Gisela Kozak Rovero, lo fundamental es que se trata de un volumen que refleja la dura realidad que vive desde hace años la maltratada patria de Rómulo Gallegos y Rafael Cadenas.
Las plagas que sufre el pueblo venezolano son: autoritarismo, crimen, hambre, enfermedad, martirio, perversidad y diáspora
El medio centenar de crónicas contenidas en este libro se agrupan en siete grandes temáticas, denominadas por los editores “sellos”. El número elegido para esta distribución tal vez no sea caprichoso, puesto que son siete grandes plagas, como aquellas con las que, según el relato bíblico del Salmo 78 (en Éxodo se eleva la cifra a diez), Yahveh castigó a Egipto. Hay una diferencia profunda, sin embargo. Aquellas fueron enviadas por un Dios enojado con un tirano, el faraón, que no quería liberar a su pueblo. Estas, por el contrario, no son enviadas por un poder sobrenatural para lograr la libertad de los esclavos. Al contrario, quien las provoca es el propio autócrata, Nicolás Maduro, y quienes las sufren son aquellos que algún día habrán de ser liberados.
Las plagas que sufre el pueblo venezolano son: autoritarismo, crimen, hambre, enfermedad, martirio, perversidad y diáspora. Bajo estos siete ‘sellos’ se distribuyen las 50 crónicas surgidas de la pluma de 31 escritores y periodistas venezolanos, editadas por Kalathos. La mayor parte de los textos aparecieron publicados en diferentes medios de comunicación digitales, pero algunos vieron la luz por primera vez en los perfiles de Facebook de sus autores y otros se escribieron ex profeso para un libro que es profundamente venezolano a pesar de haberse publicado en España.
La dura realidad no reflejada en los medios
Su carácter venezolano no significa que sea una obra tan sólo para quienes viven o han salido del país gobernado por Maduro. Ellos encontrarán unos relatos de acontecimientos y vivencias que desgraciadamente conocen muy bien. Es un libro muy recomendable para públicos de otros países. El lector español, o de cualquier otra nacionalidad, conocerá en sus páginas la dura realidad cotidiana de millones de seres humanos que no suele reflejar los medios de comunicación.
Una cosa es enterarse a través de un periódico, o de un informativo de televisión, de las escandalosas cifras de homicidios y secuestros en Venezuela. Otra muy diferente es acceder al relato personificado de quien fue rehén de unos malandros (delincuentes, en castellano de España) o de alguien que perdió a un familiar o un amigo en circunstancias difícilmente imaginables en ciudades como Madrid o Santiago de Chile. No es lo mismo saber que existen presos políticos y detenciones arbitrarias que leer cómo una joven sufrió arresto y vejaciones por puro capricho de unos agentes de seguridad que buscaban a alguien a quien culpar de unos hechos, aunque nada tuviera que ver con ellos.
Hechos y consecuencias del chavismo sobre los ciudadanos
Los autores de Siete sellos retratan de forma cruda, sin concesiones sentimentales, el poder en la Venezuela chavista. Lo hacen de dos maneras. La directa es hablar del propio comportamiento del Gobierno y sus servidores, agentes de policía y otros funcionarios. Es el relato de su forma de actuar. La indirecta, pero quizás la que muestra una mayor crudeza, son las crónicas sobre los efectos que esa actuación tiene sobre los ciudadanos. Las páginas de esta obra no sólo nos hablan de miseria material, de miedos o de la profunda desazón que produce tener que abandonar todo y a todos para tratar de construir una nueva vida en libertad y con libertad a miles de kilómetros del hogar.
Los autores de Siete sellos retratan de forma cruda, sin concesiones sentimentales, el poder en la Venezuela chavista
También nos cuentan el devastador efecto que el chavismo, como todos los totalitarismos, ejerce sobre los propios valores y la moral de sus víctimas. Nos topamos con relatos que versan sobre egoísmo, locura e incluso lascivia infantil en el transporte público. Y, cómo no, ese cinismo que en circunstancias así a veces se convierte en el último recurso para sobrevivir.
Los Siete sellos del chavismo son, efectivamente, como las siete plagas de Egipto. Pero también son los siete pecados capitales del régimen venezolano, que no van acompañados de otras tantas virtudes teologales. La obra es un desgarrador relato de los siete días de la creación de un mundo aterrador por parte de un poder tiránico y destructivo.