Redacción (ALN).- En Latinoamérica la pandemia ha provocado que muchos países tengan que acceder a financiamiento. Si bien países con una estructura económica sólida como, por ejemplo, Chile, Colombia y Perú, podrán disponer de créditos sin prácticamente límite de cuota, otras economías más vulnerables de la región no podrán optar a todo el financiamiento que deseen, y mucho menos, hacer frente a la deuda generada.
“En todos los países de la región, sin excepción, la situación fiscal se ha deteriorado y el nivel de endeudamiento del gobierno general ha aumentado, y se espera que dicho endeudamiento se incremente del 68,9% al 79,3% del PIB entre 2019 y 2020 a nivel regional, lo que convierte a América Latina y el Caribe en la región más endeudada del mundo en desarrollo y la que tiene el mayor servicio de deuda externa en relación con las exportaciones de bienes y servicios, un 57%”.
Lo dice Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (Cepal).
La institución teme que Latinoamérica se convierta en la región más endeudada del mundo. Por eso en su más reciente estudio propone cinco medidas políticas para que los gobiernos accedan a financiamiento, sin arruinarse en el intento.
Ampliar y redistribuir la liquidez
La Cepal pide “la ampliación y redistribución de la liquidez desde los países desarrollados hacia los países en desarrollo”. Esto lo haría por medio de una emisión masiva de Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional.
“Una emisión y asignación hipotética de 500.000 millones, representaría 56.000 millones de dólares de reservas internacionales adicionales para las economías de América Latina y el Caribe”.
Para redistribuir la liquidez también propone mecanismos como el Fondo para Aliviar la Economía propuesto por el gobierno de Costa Rica. Este se financiaría con recursos de las economías desarrolladas canalizados a través de los bancos multilaterales de desarrollo de la región.
Aumentar la capacidad de préstamo
La Cepal dice que una segunda medida política interesante sería “el fortalecimiento de la cooperación regional aumentando la capacidad de préstamo y respuesta de las instituciones financieras regionales, subregionales y nacionales, y estrechando sus vínculos con los bancos multilaterales de desarrollo”.
Para ello, propone cooperar y coordinar los bancos de desarrollo regionales, subregionales y nacionales. Estos últimos han sido claves para afrontar la pandemia, dando un apoyo financiero de 93.000 millones de dólares a la región.
Restructurar la deuda
La Cepal sugiere “una reforma institucional de la arquitectura de la deuda multilateral, que incluya la creación de un mecanismo internacional de reestructuración de la deuda soberana y de una agencia multilateral de calificación crediticia”.
También cita la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda propuesta por el G20. Si bien le parece una propuesta interesante, esta debería extenderse más allá de 2021 y “ampliar su alcance”. Esto último lo dice para “incluir a todas las partes interesadas, es decir, el sector privado y las instituciones multilaterales, y a los países vulnerables de renta media, y debe extenderse más allá de 2021”.
Nuevos instrumentos para evitar un endeudamiento excesivo
La Cepal pide políticas innovadoras. Crear instrumentos novedosos “destinados a aumentar la capacidad de reembolso de la deuda y evitar el endeudamiento excesivo”. Una propuesta es vincular la capacidad de reembolso de los países a su exposición y vulnerabilidad ante catástrofes naturales, como en el caso de las cláusulas sobre huracanes. Los bonos de contingencia vinculados a los ingresos o al Estado también son otra medida que podría ser útil en algunos países, dice la Cepal.
Una estrategia para redibujar la economía
“La crisis actual debe aprovecharse no sólo como una oportunidad para repensar la agenda de financiamiento para el desarrollo de los países de renta media, sino también como una ocasión para alcanzar un amplio consenso social y político que permita implementar reformas ambiciosas con el fin de emprender un proceso de reconstrucción sostenible e igualitario”. Eso dice la Cepal. Por eso propone integrar las medidas de liquidez y de reducción de la deuda a una estrategia de financiamiento para el desarrollo encaminada a construir un mundo menos desigual.