María Rodríguez (ALN).- Según el Banco Interamericano de Desarrollo más de 86 millones de hogares de América Latina están en barrios informales, marginales, sin servicios básicos y con formas de vida muy precarias. Son las favelas de Río, las villas miseria de Buenos Aires, los ranchos de Caracas, los campamentos de Valparaíso y los pueblos jóvenes de Lima.
En Río de Janeiro, Buenos Aires, Valparaíso, Caracas y Lima la miseria tiene nombre propio: favelas, villas miseria, campamentos poblacionales, barrios de ranchos y pueblos jóvenes. Distintas nomenclaturas para referirse a asentamientos urbanos irregulares y marginales y con formas de vida muy precarias. En muchos casos los tiroteos y ajustes de cuentas vinculados con el narcotráfico son frecuentes. Estas barriadas son símbolos de exclusión en las grandes ciudades.
Libertun: “Son una grave traba para generar una sociedad más próspera y justa, ya que la vivienda es una plataforma esencial para el desarrollo humano”
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), más de 86 millones de hogares de América Latina están en barrios informales, sin servicios básicos ni títulos de propiedad. “Esto se traduce en una grave traba para generar una sociedad más próspera y justa, ya que la vivienda es una plataforma esencial para el desarrollo humano”, destaca Nora Libertun, especialista en Vivienda y Desarrollo Urbano del BID, en un artículo del blog Ciudades Sostenibles de este banco multilateral.
Favelas en Brasil
Uno de los nombres de asentamientos irregulares más conocidos es el de las favelas brasileñas, en Río de Janeiro y Sao Paulo. Muchos de quienes las habitan viven en la indigencia más absoluta. En 2017 el número de brasileños en pobreza extrema aumentó 11% y ya roza los 15 millones de personas.
Villas miseria en Argentina
En Argentina, los asentamientos informales llevan el nombre de villas miseria, villas de emergencia (de forma eufemística) o simplemente villas. El nombre surgió a raíz de la novela del escritor y periodista argentino Bernardo Verbitsky Villa Miseria también es América (1957). Según un informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, desde 1991 a 2017 la población de las villas miseria en Buenos Aires se ha multiplicado casi por cinco: de 52.000 a 250.000.
Campamentos poblacionales en Chile
En Chile a las favelas se las conoce como campamentos (o campamentos poblacionales). Según el Centro de Investigación Social de Techo-Chile, en 2017 más de 40.500 familias vivían en este tipo de asentamientos, 23% en la ciudad portuaria de Valparaíso.
Barrios de ranchos en Venezuela
Para hablar de asentamientos irregulares o infraviviendas en Caracas se utiliza el término rancho (o barrios de ranchos). Como las favelas, las villas miseria y los campamentos poblacionales, los ranchos son construcciones improvisadas, edificadas de forma desorganizada y sin estándares mínimos de habitabilidad. Según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, la pobreza en este país pasó de 48,4% en 2014 a 87% en 2017, lo que también azotó con virulencia a estos ranchos.
Pueblos Jóvenes en Perú
Los barrios de chabolas que rodean a Lima se denominan pueblos jóvenes. Están poblados casi en exclusiva por indígenas, personas de raza negra, campesinos y mestizos. Son emigrantes de escasos recursos en busca de oportunidades en la gran urbe peruana. Según el informe Resultados de la Pobreza Monetaria en Perú de 2017, 21,7% de la población se encontraba en situación de pobreza, es decir, casi siete millones de peruanos.