Leticia Núñez (ALN).- Los conservadores mantienen el poder en Paraguay. Y ya van seis décadas de hegemonía del Partido Colorado. Mario Abdo Benítez, hijo del secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, triunfó en las elecciones presidenciales con la promesa de mantener el rumbo económico de Horacio Cartes. Los expertos apuntan que no se perfilan caminos de solución estructurales para los problemas de fondo que sufre el país: la pobreza y la desigualdad.
No hubo sorpresa en Paraguay. El Partido Colorado seguirá en el poder tras la victoria de Mario Abdo Benítez por 46,47% de los votos. El país, que salió de 35 años de dictadura de Alfredo Stroessner en 1989, ha vivido bajo la hegemonía de los ‘colorados’ los últimos 60 años, con la sola excepción del gobierno del expresidente izquierdista Fernando Lugo (2008-2012), destituido en un juicio político un año antes de que completase el mandato.
1.- La hegemonía del Partido Colorado
Ahí está, precisamente, la primera clave: la hegemonía. Ya lo advirtió Carlos Malamud, investigador principal del Real Instituto Elcano sobre América Latina: “En este bienio se van a celebrar 14 elecciones en América Latina. La mayor parte están marcadas por la incertidumbre, pero Paraguay es una excepción. El Partido Colorado es el gran favorito. De hecho, sus redes son más intensas y tupidas que las del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en México” (Ver más: Las elecciones de Paraguay no amenazan la hegemonía del Partido Colorado).
No obstante, el partido que ejerce de amo y señor de la política paraguaya sufrió este domingo más de lo que se esperaba. Y es que Abdo Benítez se impuso por menos de cuatro puntos a su oponente, el liberal Efraín Alegre (líder de Alianza Ganar, formada por el Partido Liberal Radical Auténtico y el Frente Guazú), pese a que las encuestas pronosticaban una ventaja de 20 puntos.
2.- La herencia de la dictadura
Mario Abdo Benítez es hijo del secretario privado de Stroessner. De 46 años, tenía 16 cuando murió el dictador. En distintas ocasiones ha defendido las “cosas buenas de aquella época”. Por ejemplo, en octubre del año pasado, dijo: “Tengo los mejores recuerdos de la familia Stroessner”. También agregó que “uno no elige dónde nacer”. Después, en una entrevista que concedió al periódico La Nación de Buenos Aires, Abdo manifestó: “La historia hay que analizarla de manera desapasionada y no podemos negar que Stroessner construyó gran parte de la infraestructura que hoy tiene Paraguay”.
“La reforma agraria es crucial. La mayor cantidad de tierras está en manos de 2% de la población”
Para Malamud, el recuerdo de la dictadura “es más una pose de Marito Abdo que una actitud política”, máxime teniendo en cuenta que el próximo año se cumplirán 30 años de la caída de Stroessner. “Habrá que ver cuál va a ser la capacidad de maniobra cuando [Abdo Benítez] llegue al gobierno y hasta qué punto podrá sostener este tipo de afirmaciones”, zanjó Malamud.
3.- El país que hereda
Abdo, quien asumirá el 15 de agosto por un periodo de cinco años, hereda un país con una economía que ha crecido sostenidamente en los últimos años gracias a la exportación de materias primas, especialmente la soja. Además, es el primer exportador de energía renovable en el mundo y el tercer productor de flota de barcazas para el transporte marítimo de mercancías. El Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que Paraguay registrará un crecimiento de 4,5% en 2018, el más alto de Suramérica.
Pero es un país que tiene una distribución muy desigual de la riqueza y más de un cuarto de la población en la pobreza. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), dependiente de Naciones Unidas, la pobreza en Paraguay afecta a 28,9% de la población y la pobreza extrema a 5,7%. A ello se suma que “el 80% de la riqueza está en manos de 200 personas” y que esa riqueza generada por el sector agropecuario “no llega a la mayoría de la población”, según explica Joaquín Forcada, profesor de Desarrollo en la EAE Business School, al diario ALnavío.
4.- No se prevén grandes cambios en la economía
La llegada de Abdo a la Presidencia no presagia grandes cambios en la política económica de su antecesor, Horacio Cartes. Representa la continuidad y propone tributos bajos y exenciones para estimular la inversión extranjera y la producción agrícola del país. Según datos de Rediex (Red de Inversiones y Exportaciones de Paraguay), el país es el segundo productor de stevia a nivel mundial, el cuarto exportador de aceite de soja y el séptimo de carne bovina. Abdo también dijo en campaña que quiere tender lazos con China.
“Con la victoria de Abdo no se perfilan senderos de solución estructurales para los problemas de fondo que sufre este país desde el siglo pasado: pobreza, precariedad de servicios públicos, informalidad y la cobardía cívica de sus autoridades para enfrentar la impunidad y su hija la corrupción”, asegura Edwin Brítez, columnista del diario paraguayo Abc Color, en declaraciones a BBC Mundo. En su opinión, “el triunfo de Abdo significa la reposición en el poder de la corriente autoritaria del coloradismo”.
5.- Los retos para Abdo
Son varios los desafíos que el presidente Abdo tendrá por delante. El primero, según Mabel Villalba, profesora de Ciencia Política en la Universidad Nacional de Paraguay y doctora en Procesos Políticos Contemporáneos en la Universidad de Salamanca (España), es la reforma agraria. “Es crucial porque la mayor cantidad de tierras está en manos de 2% de la población. Paraguay es uno de los países con concentración de la tierra más alta del mundo y eso afecta a los campesinos e indígenas y provoca una migración masiva del campo a la ciudad, que a su vez crea una mayor pobreza”, explica Villalba al diario ALnavío.
Otro de los retos será realizar una convención nacional constituyente para reformar la Constitución. Está en juego decidir si se aprueba la reelección presidencial, hasta ahora prohibida “por la mala experiencia histórica con las dictaduras”, según la docente. Además, otro asunto será la reforma del Código Electoral, que, a juicio de Villalba, “tiene numerosas barreras para la participación de todas las fuerzas sociales y fomenta el bipartidismo”. En cualquier caso, la politóloga advierte que todos estos temas dependerán de la voluntad política con la que Abdo llegue a la Presidencia.