Redacción (ALN).- Al interés mostrado por compañías de Alemania, Suiza y China en el proyecto ferroviario que pretende unir las dos costas del continente latinoamericano desde Perú hasta Brasil pasando por Bolivia, se suma ahora el de las firmas españolas. “Despierta un enorme interés. Se trata de un plan muy ambicioso, entonces habrá participación diversa y variada”, asegura el embajador de España en Bolivia, Enrique Ojeda, en un encuentro organizado por el Instituto español de Comercio Exterior con empresas españolas.
El proyecto del tren bioceánico que unirá puertos de Brasil y Perú a través de Bolivia despierta un “enorme interés” en las empresas españolas. Unas 40 compañías de España recibieron este miércoles información detallada del proyecto impulsado por el gobierno de Evo Morales (Bolivia) en colaboración con el de Michel Temer (Brasil), según un comunicado del Instituto de Comercio Exterior de España (ICEX).
“Hay un enorme interés por participar porque las empresas españolas tienen una gran experiencia en el tema ferroviario, tanto en España como a nivel internacional”, destacó el embajador español en Bolivia, Enrique Ojeda Vila, en el marco de una jornada informativa que el ICEX y la Oficina Comercial en Bolivia organizaron de forma simultánea en La Paz y Madrid por videoconferencia.
El diplomático citó como ejemplo el tren de alta velocidad construido por un consorcio español entre La Meca y Medina, en Arabia Saudí. Conocido como el “AVE del desierto”, realizó el primer trayecto completo entre las ciudades santas el pasado 31 de diciembre, una circulación que completó “satisfactoriamente y sin incidencias” en un viaje que duró dos horas y 52 minutos y en el que llegó a alcanzar una velocidad de 300 kilómetros por hora.
El embajador español en Bolivia destaca que se trata de “un proyecto muy ambicioso de nivel regional”
Ojeda resaltó que fue una jornada fructífera, en la que las empresas españolas pudieron “resolver” las preguntas que tenían sobre el proyecto, “que no es sólo de vertebración del país, sino de integración regional”, tal como recoge la agencia EFE.
El llamado Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración está proyectado para unir, a través de Bolivia, el puerto peruano de Ilo con el brasileño de Santos. Además de Bolivia, Brasil y Perú, también se beneficiarían Paraguay, Uruguay y Argentina mediante la construcción de un ramal del ferrocarril desde territorio boliviano hacia una zona portuaria en suelo paraguayo vinculada a la hidrovía de los ríos Paraguay-Paraná.
Empresas de Alemania, Suiza y China también han expresado interés en participar en el proyecto y han avanzado conversaciones con el Ejecutivo boliviano. En este sentido, el embajador español señaló que “eso no es obstáculo para que también haya interés de otros, como es el caso de España”.
Ojeda remarcó que se trata de “un proyecto muy ambicioso de nivel regional”. Según datos del ICEX, el costo del proyecto se estima en 10.000 millones de dólares para el tramo boliviano, que comprenderá 1.894 kilómetros, y de unos 14.000 millones de dólares para todo el proyecto.
“Entonces habrá participación diversa y variada. Habrá que ver, una vez que esté más avanzado el proyecto, cómo se hacen los contratos, las licitaciones, qué tipo de inversión hay, y a partir de ahí ya se verá qué grado de participación de las empresas de un país u otro hay”, sostuvo, según recoge EFE.
Agregó que la Embajada de España en Bolivia se mantendrá en contacto con las autoridades bolivianas e informará a las empresas españolas “cuáles son los siguientes pasos, para ver de qué forma puede concretarse su participación”.
De hecho, este lunes el fabricante español de material ferroviario Stadler Valencia cerró un acuerdo con la Empresa Ferroviaria Andina-FCA para suministrar las tres primeras unidades de locomotoras de primera generación SALi (South American Light Loco), del Corredor Ferroviario Bioceánico de Integración. Con este contrato, Stadler se convirtió en el primer fabricante europeo en introducirse en el mercado boliviano.