Antonio José Chinchetru (ALN).- Mientras Cataluña sigue sumida en una fuerte inestabilidad política, el desafío independentista ha causado un gran daño a la economía. En esta materia, son cuatro los grandes retos a los que tendrá que hacer frente quien resulte investido como próximo presidente de esa comunidad autónoma española.
Cuando faltan menos de dos semanas para que se constituya el nuevo Parlamento de Cataluña, no resulta nada claro que dicha Cámara pueda llegar a investir un nuevo presidente de la Generalitat. Si al final lo consigue, el próximo jefe del Ejecutivo regional tendrá que hacer frente a varios retos importantes en materia económica. Estos se resumen en revertir las consecuencias negativas que el desafío independentista ha tenido sobre esa comunidad autónoma y sus habitantes.
1.- Parar la fuga de empresas
El traslado de empresas de Cataluña a otras regiones de España no es un fenómeno nuevo. Comenzó desde que el antecesor de Carles Puigdemont en la Presidencia de la Generalitat, Artur Mas, puso en marcha el desafío independentista (el procés, según la terminología separatista) en 2012. Sin embargo, lo que antes era un goteo constante se convirtió en un auténtico aluvión desde la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre. Además, desde ese momento comenzó a participar en la fuga gran parte de las principales firmas que hasta ese momento tenían su sede social en la región, como el Banco Sabadell, CaixaBank y Gas Natural Fenosa, entre otros.
3.208 empresas trasladaron su sede fuera de Cataluña en el último trimestre de 2017
En el último trimestre de 2017, 3.208 empresas trasladaron su sede fuera de Cataluña, según los datos del Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España. Y con el arranque de 2018 la situación no ha cambiado. En los últimos días han anunciado su mudanza firmas tan destacadas como la filial española del gigante químico estadounidense Du Pont (que controla además los centros de trabajo de la multinacional en Portugal y Austria), la inmobiliaria Habitat y la filial española de Bluesun (antiguo Procter&Gamble).
2.- Conseguir que vuelvan los inversores extranjeros
El desafío independentista ha hecho de Cataluña una región cada vez menos fiable para los inversores de fuera de España, antes incluso de que se celebrara el referéndum ilegal del 1 de octubre. El segundo trimestre de 2017 se cerró con una caída del 10,19% de la inversión extranjera en la región con respecto al mismo periodo de 2016 (coincidiendo con un aumento del 12,69% en el conjunto de España). En el tercero, el desplome ha sido absoluto. Según los datos de la Secretaría de Estado de Comercio, la bajada interanual ha sido de un 74,94%.
De julio a septiembre de 2016, la inversión extranjera en Cataluña fue de 2.071,44 millones de euros (2.499,1 millones de dólares). En los mismos meses de 2017 se redujo a 519,11 millones de euros (626,27 millones de dólares). La caída fue especialmente marcada en las inversiones procedentes de las dos mayores potencias económicas del mundo. Las de Estados Unidos se desplomaron un 99,11%, al pasar de 808,94 millones de euros (975,6 millones de dólares) a 7,22 millones de euros (8,71 millones de dólares). Y las de China lo hicieron en un 98,9%, al bajar de 79,1 millones de euros (95,4 millones de dólares) a 872.000 euros (1,05 millones de dólares).
3.- Recuperar pulso en el turismo
Al igual que los inversores, los turistas tienden a desconfiar de la inestabilidad política. Esto es algo que afecta especialmente a Cataluña, una de las regiones más turísticas de España. De hecho, este sector de representa cerca del 12% del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad autónoma, según los datos que ofrece la Vicepresidencia de Economía y Hacienda de la Generalitat en su página web.
Desde la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre, todos los datos han sido negativos. Ese mismo mes, la llegada de visitantes extranjeros a Cataluña se redujo un 4,7%, mientras que en el conjunto de España subía un 1,8%, según la Estadística de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur) del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La tendencia fue similar en noviembre, cuando la comunidad autónoma recibió un 2,3% menos de turistas, a pesar de que en todo el país aumentó la afluencia un 7,4%. Esto se refleja en los ingresos de todos los sectores relacionados con esta actividad.
La Encuesta de Gasto Turístico (Egatur), difundida por el INE, refleja que los turistas extranjeros gastaron en España 4.638 millones de euros (5.570 millones de dólares) en noviembre de este año, lo que supone un 10,3% más que en el mismo mes de 2016. De esa cifra, 937 millones de euros (1.126,8 millones de dólares) corresponden a Cataluña, donde la evolución ha ido en sentido contrario al conjunto del país y se ha producido una caída del 4,2%.
4.- Poner fin a la pérdida de empleos
Todo lo anterior está repercutiendo de forma directa en empleo. El último trimestre de 2017 año fue de mejora en el conjunto de España en términos de creación de puestos de trabajo. A pesar de que en noviembre se redujo el número de afiliados a la Seguridad Social en 12.773, el saldo entre octubre y diciembre fue positivo. Al cierre del año, había en el conjunto del país 124.039 trabajadores en activo más que en septiembre, lo que supone un incremento del 0,68% en el total de ese periodo.
También en materia de empleo Cataluña evolucionó en sentido contrario a la media española
También en este rubro Cataluña evolucionó en sentido contrario a la media nacional. En un octubre muy positivo para el conjunto del país, en esa comunidad autónoma se produjo un estancamiento al crecer en tan sólo 1.702 el número de afiliados a la Seguridad Social. En noviembre se destruyeron 4.038 puestos de trabajo (lo que supone una caída del 0,12%, superior a la del 0,07% del promedio del país). Diciembre fue un poco mejor, pero con un estancamiento absoluto, al tan sólo haber 148 afiliados más. El saldo del trimestre es negativo, con un descenso del 0,7%.