Daniel Gómez (ALN).- El pasado 28 de agosto se produjo una votación histórica en la OEA. Más que por el resultado, porque Bolivia, la Bolivia de Evo Morales, no se alineó con Nicolás Maduro. Pero este no es el único episodio que demuestra por qué Morales ya no apoya de manera incondicional a Maduro.
No exageró la fuente del régimen en Caracas cuando dijo que Nicolás Maduro es “un leproso” a ojos de la comunidad internacional. Ni siquiera uno de sus incondicionales, Evo Morales, presidente de Bolivia, está dispuesto a seguirle el juego.
– Críticas a la gestión económica de Maduro.
– Aclaratoria de que su modelo económico es diferente al del chavismo.
– Nadie del gobierno de Evo Morales acudió al Foro de Sao Paulo.
– Bolivia no votó a favor de Nicolás Maduro en la última resolución de la OEA.
Fuente del régimen explica el septiembre negro que se le viene a Maduro
El primer episodio ocurrió en Alemania, a principios de abril de 2019, y tuvo como protagonista al vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera. “Evidentemente ha habido una mala gestión económica [en Venezuela], está claro que se pudo haber hecho muchas otras cosas en el ámbito de la economía”, declaró el número dos de Morales en el Instituto Iberoamericano de Berlín luego de ser preguntado por Deutsche Welle.
Ese mismo abril visitó Madrid una delegación de Evo Morales encabezada por el ministro de Justicia, Héctor Arce. En una ponencia en la Casa de América, reivindicó el modelo económico de Bolivia, la seguridad jurídica, el esquema de distribución de la riqueza y cómo los dividendos de los recursos naturales impactan en todos los bolivianos. También enfatizó un aspecto: el modelo de desarrollo de Bolivia es único en América Latina. No se parece al de nadie.
En la entrevista que concedió al diario ALnavío Arce fue igual de insistente en este punto. “Somos un ejemplo de crecimiento, de inclusión, de desarrollo democrático que nada tiene que ver con otros países”. ¿Ni siquiera con Venezuela?, le repreguntó el diario. “No. Me refiero a cualquier país de la región. El trabajo que se ha realizado es un modelo significativo. No creo que vaya a variar incluso si hay un cambio de gobierno”. Hay quienes piensan que Evo Morales se inspiró en el chavismo para su modelo. Si es así, los resultados demuestran que Morales lo hizo mejor que Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
A finales de julio se celebró el Foro de Sao Paulo, el evento de referencia de la izquierda latinoamericana, organizado en esta edición por el régimen de Maduro. Por supuesto Maduro invitó a Evo Morales, pero este no asistió. Ni él, ni nadie de su gobierno. Al menos mandó un saludo y una delegación de MAS, su partido.
Otro episodio tuvo lugar en Caracas. A finales de julio se celebró el Foro de Sao Paulo, el evento de referencia de la izquierda latinoamericana, organizado en esta edición por el régimen de Maduro. Por supuesto Maduro invitó a Evo Morales, pero este no asistió. Ni él, ni nadie de su gobierno. Al menos mandó un saludo y una delegación de MAS, su partido.
Sin embargo, el hecho más significativo se vio el pasado 28 de agosto, cuando el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó la resolución ‘Violación de Derechos Humanos en Venezuela’. Un documento que condena los abusos cometidos por el régimen de Maduro, exige una investigación independiente de sus acciones, así como el acceso de la Venezuela de Juan Guaidó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La resolución salió adelante con 21 votos a favor, tres en contra y siete abstenciones. Para sorpresa de todos, una de las abstenciones fue Bolivia. Y sorprende porque Bolivia siempre apoyó directamente a Maduro en la OEA votando en contra de las resoluciones relacionadas con el régimen. ¿Por qué?
Como declaró al diario ALnavío la fuente de la Cancillería de Maduro en Caracas, Evo Morales se abstuvo en la OEA porque anda en campaña electoral. “Quiere ganar las elecciones. Es el favorito”, dijo. “Vincularse con él [Maduro] es embarrarse”.
Esto es algo que Evo Morales tiene claro desde hace un tiempo. Quizá desde el 23 de febrero de 2019, cuando el régimen de Maduro protagonizó la matanza del pueblo pemón en la frontera con Brasil, en Santa Elena de Uairén. Aquella matanza la presenció el diputado venezolano José Trujillo, y su relato en ALnavío fue revelador: “Disparos sin ton ni son”. “Contra todos”. Miedo. Zozobra. Muertos…
Morales, de la etnia aymara, se convirtió en el primer mandatario indígena del mundo y convirtió a Bolivia en el Estado Plurinacional de Bolivia. Es un hombre sumamente comprometido con los pueblos originarios, y según dijo a una fuente conocedora a este diario, Morales se tomó con disgusto la matanza del pueblo pemón.
También hay que tener en cuenta que Morales es un pragmático. Días después de la matanza, uno de los diarios de referencia en Bolivia publicó una encuesta en la que 82% de los bolivianos rechazaban el apoyo de Morales a Maduro. Cabe recordar que, a principios de febrero, Morales viajó a Caracas para apoyar a Maduro. La presión internacional era máxima en aquel momento, con Juan Guaidó en pleno apogeo.