Daniel Gómez (ALN).- Luis Parra será el protagonista en el pleno de la Eurocámara este martes. Populares, liberales y socialistas tienen claro que cometió un golpe contra la Asamblea Nacional, que colaboró con Nicolás Maduro para anular a Juan Guaidó. Pero estos no son los únicos delitos políticos de Luis Parra.
La Unión Europea inicia el juicio político a Luis Parra este martes por el golpe a la Asamblea Nacional de Venezuela. Este diputado es para el régimen de Nicolás Maduro, Rusia y Cuba el presidente del Parlamento. El resto de la comunidad internacional, y la oposición que lidera Juan Guaidó lo consideran ilegítimo. Y no sólo por prestarse al golpe de Maduro, sino por mancharse las manos de corrupción.
El viaje de la sospecha
En mayo de 2019, cuando Luis Parra aún era militante de Primero de Justicia, viajó a Europa. Estuvo en España e Italia. Su misión era encontrar a Rafael Ramírez, el exZar del petróleo en Venezuela, quien fue ministro de Energía y presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PVSA) en los tiempos de Hugo Chávez.
Luis Parra incluso presentó en Madrid, en la Fiscalía General del Estado, un dossier de pruebas contra Ramírez por corrupción y desvío de activos.
El viaje de Luis Parra causó sorpresa entre los miembros del equipo de Juan Guaidó. No por la causa. Rafael Ramírez es uno de los principales responsables del colapso de PDVSA. Sorprendió porque nadie sabía de dónde había sacado los fondos. Tras las averiguaciones del portal Armando.info sobre sus vínculos con el chavismo, todo apunta a que el viaje fue pagado con dinero del régimen. Rafael Ramírez es uno de los principales enemigos de Nicolás Maduro.
Los negocios con Alex Saab
El 1 de diciembre de 2019 la estrategia de Luis Parra se desmoronó. Según el reportaje de Armando.info, este diputado conformó una comisión oficiosa para hacer gestiones informales ante organismos como la Fiscalía de Colombia y el Departamento del Tesoro de EEUU para “lavar la cara” de Alex Saab.
Saab es el máximo representante de la boliburguesía internacional. De pasaporte colombo-venezolano, figura como uno de los principales contratistas de Maduro. Es también un hombre sancionado por el gobierno de Estados Unidos por su presunta participación en la corrupción de las cajas CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción).
“La operación alacrán”
Los casos de Luis Parra van más allá de los vínculos con Saab y los CLAP. El 14 de diciembre de 2019, los diputados Ismael León y Luis Stefanelli señalaron a Parra por orquestar “la operación alacrán”. Este diputado presuntamente ofreció entre 50.000 y 500.000 dólares a diputados de la oposición para abstenerse de relegir a Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional.
En este sentido, Nicmer Evans, dirigente del Movimiento Democracia e Inclusión, y Walter Boza, secretario general del partido, afirmaron que su diputada Kelly Perfecto aceptó 50.000 euros en sobornos para votar contra Guaidó.
Kelly Perfecto apoyó a Parra, junto a otros 13 diputados opositores, el pasado 5 de enero, cuando se produjo el golpe contra el Parlamento. Ese mismo día se vieron imágenes de cómo Luis Parra respondía a las órdenes del diputado chavista Francisco Torrealba.
Luis Parra, el actor del régimen
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Hoy Luis Parra cumple a la perfección las órdenes del régimen. Expone en su biografía de Twitter el cargo de “presidente de la Asamblea Nacional”. Luce fotos dentro del Palacio Legislativo firmando textos parlamentarios. Se sigue llamando diputado de Primero de Justicia cuando lo cierto es que su partido lo expulsó desde el momento en que se airearon sus corruptelas.
Luis Parra mantiene la farsa del régimen. Pero este domingo la realidad le golpeó en la cara. Acudió a visitar a la Conferencia Episcopal Venezolana y no sólo no le recibió, sino que le dedicó un comunicado: “Es lamentable que un grupo de parlamentarios de oposición se haya prestado para ello [el golpe contra la Asamblea Nacional]. Se trata de un duro golpe a la institucionalidad del Estado. Hoy todo se dirige al poder, a posesionarse, a cubrir espacios y no a generar procesos en bien de la sociedad”.