Redacción (ALN).- España recibirá 140.000 millones de euros del plan europeo de reconstrucción. “Una oportunidad única” para apoyar la recuperación y corregir problemas estructurales, “pero también un reto”, apuntó el economista jefe de BBVA Research, Rafael Doménech, en su último informe.
El plan más ambicioso de la Unión Europea surgió a raíz del coronavirus. Un fondo de recuperación bautizado Next Generation (NGEU) por el que España recibirá hasta 140.000 millones de euros repartidos de forma equitativa entre subvenciones y préstamos. No será un regalo, sino que el país tendrá que abordar las recomendaciones hechas por la Comisión Europea:
– Potenciar la productividad y la digitalización. Esto implica mejorar la situación del empleo, con altas tasas de paro y de temporalidad. De los servicios públicos, faltos de mecanismos digitales que agilicen los procesos. Y también de la educación, la cual flaquea en primaria, secundaria y formación superior.
– Innovación. La Comisión le pide explícitamente a España que aumente su inversión en investigación y desarrollo, y que permita también una mayor participación del sector privado.
– Equidad. Esto es un llamado a la eficiencia de las prestaciones sociales, así como a la reforma de las pensiones.
Para Rafael Doménech, economista jefe del centro de análisis BBVA Research, el NGEU “refuerza el proyecto europeo”, al tiempo que supone una buena noticia para España. No es para menos, ya que esos 140.000 millones equivalen al 11% del PIB nacional y algo más de 3.000 euros per cápita.
“Es una oportunidad única para una transformación sostenible y digital de España, pero también un reto para absorber e invertir en buenos proyectos, con la máxima colaboración público-privada”, dijo en un reciente informe.
Las 4 recomendaciones
En el documento el experto también incluye una serie de consejos para que el dinero de Europa “alcance sus mayores efectos potenciales y estos tengan la mayor duración”. Estos son:
-Diseñar y presentar buenos proyectos. Proyectos que tengan “el mayor efecto multiplicador en términos de creación de empleo, inversión privada y mejora de la productividad”.
– Más colaboración entre empresas y gobiernos. “La colaboración público-privada, la concurrencia entre proyectos, la visión integrada de los mismos, o la selección en base a criterios técnicos y económicos, perfectamente alineados con los objetivos de NGEU de digitalización y sostenibilidad son cruciales”, apuntó.
– Agilidad. Para Doménech la ejecución de los proyectos debe ser rápida y eficiente. “Sin cuellos de botella, con programas y mecanismos ya existentes y que funcionan, sin dejar subvenciones sin gastar, y agilizando la licitación y contratación de los proyectos”.
– Hacerle caso a Europa. El economista quiere que los planes de España vayan en línea con las recomendaciones específicas de la Comisión Europea. Esto aumentaría los efectos del plan europeo “a largo plazo, facilitando la digitalización y transición a una economía neutral en emisiones, incrementando el crecimiento potencial y la productividad, y reduciendo el desempleo estructural”.