Daniel Gómez (ALN).- Las privatizaciones, la mano dura contra el crimen y la explotación del Amazonas son tres promesas del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que despiertan el optimismo entre los inversores. Se lo dicen a ALnavío analistas de XTB y Renta 4. La prueba es que la Bolsa de Sao Paulo se anotó un récord histórico en la primera sesión de 2019.
¿Qué le ven los inversores a Jair Bolsonaro? Los demócratas del mundo están a la expectativa de las actuaciones del presidente de Brasil, un controvertido exmilitar de ideas ultraconservadoras, quien, en cambio, contenta a los hombres de negocios.
El Bovespa, el índice de la Bolsa de Sao Paulo, el principal selectivo del país, estrenó 2019 con un récord histórico. Y es que a los inversores les gustan los planes económicos del Gobierno.
“La liberalización del sector agrícola en las tierras de la frontera otorga confianza a uno de los sectores más importantes del país. Esto, junto a la reducción del crimen y la privatización de algunas empresas, son señales muy positivas para el mercado”, dice a ALnavío el analista de XTB Alejandro Núñez.
“Es la primera vez que en la historia reciente de Brasil gobernará una persona que va a apostar por unas políticas económicas netamente liberales”, señala a este diario Alejandro Varela, gestor de fondos en Renta 4.
Varela recuerda que Brasil “era una economía fuertemente intervencionista”, donde el peso del Estado “era muy significativo”. Como consecuencia, en 2015 y 2016 sufrió la peor recesión de su historia, que se llevó casi cuatro puntos del Producto Interior Bruto (PIB).
“La mera promesa de que esto va a cambiar ha hecho que los inversores compren el mensaje del nuevo Gobierno. Por eso el mercado está subiendo. Y sobre el papel, repito, sobre el papel, si todo esto se cumple, podrá tener un impacto muy potente en Brasil”, agrega el analista de Renta 4.
Bolsonaro sólo sobrevivirá si sabe sumar y negociar en Brasil y en América Latina
En este sentido, Varela puntualiza lo que ya dijo a ALnavío Anna Ayuso, investigadora senior del Centro de Información y Documentación Internacional de Barcelona. Que Bolsonaro, “si quiere ser un buen líder, tiene que saber sumar. Ser dialogante”.
Tendrá que dialogar, por ejemplo, para concretar la liberalización del sector agrícola en la frontera y el Amazonas. Este es un asunto que ha generado protestas y en ocasiones sangrientos enfrentamientos entre los pueblos indígenas y el Ejército de Brasil.
Bolsonaro, cumpliendo la promesa que hizo a la industria agrícola, entregará al Ministerio de Agricultura las decisiones sobre las tierras indígenas. Lugares de enorme valor biológico, pero también de gran potencial económico.
Este será un asunto peliagudo en el mandato de Bolsonaro. Grupos ecologistas de todo el mundo ya advirtieron que vigilarán de cerca los movimientos del presidente en el Amazonas, ante la promesa de la ministra de Agricultura, Tereza Cristina da Costa Dias, de “potenciar la producción a gran escala”.
“Estas medidas tienen que llevarse a cabo. Son medidas que pueden ser impopulares. Pueden tener ciertas resistencias por parte de algunos colectivos. Y por eso el nuevo Gobierno tendrá que saber negociar. El Parlamento brasileño está muy fragmentado”, apunta Varela.
El espaldarazo de la Bolsa
El Bovespa movió más de 4.300 millones de dólares en la sesión del miércoles, la primera de 2019. Por momentos el selectivo ascendió hasta los 91.478 puntos, récord absoluto, pero cerró la jornada un poco por debajo: en 91.012 puntos, que igualmente sigue siendo máximo.
Entre los valores destacados aparece Petrobras. Los títulos del gigante petrolero estatal se dispararon 6% puesto que las filiales de refino y distribución entran en los planes de privatización del ministro de Economía, Paulo Guedes.
“La liberalización del sector agrícola en las tierras de la frontera otorga confianza a uno de los sectores más importantes del país. Esto, junto a la reducción del crimen y la privatización de algunas empresas, son señales muy positivas para el mercado”
Guedes, un prestigioso banquero de la Escuela de Chicago, cuna del liberalismo, también plantea disminuir los impuestos más de 16 puntos, dar más espacio a los bancos privados y reducir la estructura arancelaria del país.
Todo esto propició que el sector financiero tuviera un gran día en el Bovespa. Santander Brasil fue la entidad con mejor comportamiento, con alzas de 7,12 puntos, seguido de Banco do Brasil, con una mejora de 4,54%. Bradesco e Itaú Unibanco también se revalorizaron 4,5% y 4,28% respectivamente.
Las empresas españolas no sintieron el efecto Bolsonaro. El Ibex continúa de capa caída. El precio de la acción de Santander y Telefónica, muy expuestos en Brasil, apenas mejoró, pero esto no quita que no sea así en un futuro.
“Son valores para tener en cuenta. En Brasil estimamos crecimiento en los próximos cinco años siempre que la situación geopolítica permita ejecutar las medidas del nuevo Gobierno”, apunta Núñez.
Pese al optimismo, el analista no piensa que la era Bolsonaro vaya a marcar un punto de inflexión. “Si comparamos la situación esperada con la que había antes tampoco es que vaya a cambiar de un punto a otro. Las medidas que se plantean sostendrán el crecimiento del país”.
La gran promesa latinoamericana
Brasil siempre se consideró la gran promesa de Latinoamérica. Un emergente capaz de crecer al ritmo que ahora lo hacen China, India y Vietnam. No ha sido así. De hecho, hace dos años el país sufrió una recesión.
Entre 2017 y 2018 el PIB acumulado apenas progresó 2,4 puntos después de una recesión de 3,7%. Y pese a todo, pese al débil estímulo, pese a no ser la eterna promesa, Brasil fue la gallina de los huevos de oro de las empresas españolas.
Santander se anota la mayor parte de las ganancias en Brasil. Para Telefónica es su principal mercado internacional. El de Mapfre también. Además, algunos de los yacimientos más importantes que opera Repsol se encuentran en el país suramericano.
Además, como recuerda Núñez, “en el panorama latinoamericano, Brasil es uno de los mercados latinoamericanos que más ha crecido en los últimos tiempos y que mejores rendimientos ha dado”.
Eso no quita que tenga potencial. “Es un país con más de 200 millones de habitantes, una riqueza natural tremenda, y una riqueza económica elevada. Podrá ser una gran promesa siempre y cuando se tomen las iniciativas adecuadas”, puntualiza el gestor de Renta 4.
Otro de los mensajes que gustan de Bolsonaro tienen que ver con lo relativo al crimen. En Brasil, por cada hora que pasa, se cometen siete asesinatos. Una media devastadora que afecta a los principales núcleos financieros del país, como Sao Paulo y Río de Janeiro.
Antes este problema, el mandatario promete mano dura, y el ministro de Justicia, el exjuez Sergio Moro, intransigencia. “La misión principal que me dio el presidente fue clara: acabar con la impunidad de los casos de corrupción y combatir el crimen organizado para reducir los delitos violentos”, dijo Moro el día de la investidura.