Daniel Gómez (ALN).- Mario Abdo, presidente de Paraguay, pidió compromiso para resolver la crisis de Venezuela. Por la madurez de las instituciones en América Latina apostó Carlos Alvarado, presidente de Costa Rica. Y Lenín Moreno, presidente de Ecuador, insistió en la unidad y añadió: “No creo en los intervencionismos militares, pero sí aquellos intervencionismos en los que se pide que se respeten los derechos humanos”.
La crisis de Venezuela se metió de lleno en el Foro Económico Mundial que se celebra en la ciudad suiza de Davos. El diálogo entre los presidentes de Ecuador, Lenín Moreno; Paraguay, Mario Abdo; y Costa Rica, Carlos Alvarado, casi fue monopolizado por este tema.
También tuvo que ver el exministro venezolano y articulista de ALnavío Moisés Naím. Naím dirigió el debate y preguntó a los tres presidentes por el impacto del éxodo venezolano en Latinoamérica, y cómo se preparan los países para hacerle frente.
“Paraguay tomó la decisión de romper las relaciones diplomáticas, tratando de ser consecuentes y coherentes con la preocupación que tenemos. Venezuela fue el faro que alumbró América Latina y ojalá reconstruya el diálogo”, apuntó Abdo.
El presidente paraguayo declaró “estar comprometido con cualquier tipo de ayuda humanitaria”, así como “con aquellos países que reciben mayor número de venezolanos para construir una articulación financiera y ayudarles y ser solidarios”.
A continuación, habló el presidente de Costa Rica. Como centroamericano recordó que también les está afectado la crisis migratoria de Nicaragua. En este sentido dijo que “con madurez, en América Latina hay que buscar una solución a través de las instituciones”, que “no pueden ser indiferentes” ante estos problemas.
“En la que medida que mi vecino esté mejor, yo estaré mejor”, agregó.
Por último, habló el presidente de Ecuador. Recordó cómo cada día pasan “6.000 hermanos venezolanos” por sus fronteras. Y esto es un problema cuya solución requiere una respuesta conjunta. “No creo en los intervencionismos militares, pero sí en aquellos intervencionismos en los que se pide que se respeten los derechos humanos”.