Daniel Gómez (ALN).- Francisco González, quien se convirtió en expresidente de BBVA en diciembre de 2018, podría convertirse en expresidente dos veces más. A raíz del caso de espionaje que le salpica, se especula que presente la renuncia como presidente de honor del banco y de la Fundación BBVA.
Se dice que la dimisión de Francisco González como presidente de honor de BBVA y de la Fundación ocurrirá de un momento a otro. Lo señalan como responsable de una operación de espionaje ilegal que afectó a más de 4.000 personalidades vinculadas con el Gobierno de José Manuel Rodríguez Zapatero.
Hasta destaparse el escándalo, González acumulaba elogios. Se había retirado hace un mes, por lo que la prensa hizo balance. Entonces no quedaba otra que engloraria su trayectoria en BBVA, banco que convirtió en el segundo más importante de España por detrás de Banco Santander, y que luego preparó para competir contra Amazon, Google y compañía.
De concretarse la renuncia, González se convertiría tres veces en expresidente de BBVA. Y lo haría en tiempo récord. El 21 de diciembre de 2018, renunció definitivamente como primer ejecutivo de la entidad, cediendo el cargo al entonces consejero delegado, Carlos Torres Vila.
Esa fue la primera renuncia. Aunque llegó más tarde de la cuenta porque González quería terminar el proceso de transformación digital del banco, lo cierto es que se retiró antes.
Los estatutos del banco, modificados por González en dos ocasiones, ampliaron la edad de jubilación de los 65 años a los 70, y luego de los 70 hasta los 75. González aún tiene 74, por lo que le quedaba de margen hasta el 19 de octubre, fecha de su cumpleaños, para decir adiós. A esto se suma que su despedida definitiva se pudo postergar hasta marzo de 2020, con motivo de la aprobación de los resultados de 2019 en la junta de accionistas.
El banquero se retiró porque dijo que era el momento. Ahora hay que tener en cuenta lo que publicó el diario La Información en mayo. Que BBVA le pagó hasta cinco millones de euros a la empresa del excomisario José Manuel Villarejo, el Grupo Cenyt. La empresa que hizo el espionaje para el BBVA de González.
Se espera que el presidente, conocido por hablar de tecnología, pero también de ética profesional, presente la renuncia. Y lo que eso conlleva. La Presidencia de Honor de BBVA le daba derecho a avión privado, así como servicios de seguridad y asistencia.