María Rodríguez (ALN).- Las compañías energéticas Cemig y Copel y la minera Vale están en un buen momento. Pero años atrás la situación era distinta. A Cemig y Copel las impactó la crisis brasileña de 2016 y tuvieron que buscar fórmulas para acelerar el crecimiento del negocio. Las tres empresas participaron en el Foro Latibex, que se celebra en el Palacio de la Bolsa de Madrid.
Brasil no acaba de remontar del todo tras las recesiones de 2015 y 2016, cuando el Producto Interior Bruto del país cayó 3,5% y 3,6% respectivamente. En 2017 se anotó 1%. La previsión de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) es que Brasil cierre 2018 en 1,4%.
Justo después, el 1 de enero de 2019, arrancará el mandato de Jair Bolsonaro envuelto en una “gran incertidumbre”, tal como lo describió este viernes Juan Carlos Martínez Lázaro, profesor de Economía de la IE Business School, en el Foro Latibex, que se celebra en el Palacio de la Bolsa de Madrid.
En este contexto, destacan varios casos de éxito de compañías brasileñas que acompañaron a Martínez Lázaro en una ponencia del foro. Se trata de Cemig, Copel y Vale.
Cemig es una compañía energética que trabaja en la región sureste de Brasil. La fundó el estado de Minas Gerais en 1952. Cotiza en el índice Latibex. También en la Bolsa de Sao Paulo y de Nueva York. Cemig es la primera compañía brasileña en distribución de energía, la segunda en trasmisión y la cuarta en generación. Pese a todo ello, en 2016 el contexto recesivo del país impactó en el negocio de la compañía. Se estancaron.
Era la oportunidad para reformular la estrategia de crecimiento. ¿Qué hicieron? “Poner en venta los activos menos estratégicos para poder acelerar. Las tasas de interés estaban bastante elevadas y teníamos dificultad para refinanciar la deuda. La refinanciamos en los últimos 12 meses”. Así lo contó en el foro Antonio Vélez, responsable de relación con los inversores de Cemig.
La situación de la compañía ha mejorado exponencialmente, pero aún tienen en venta algunos activos estratégicos como una planta hidráulica, recalcó el directivo.
Copel también es una empresa energética con más de 60 años de historia y con fuerte presencia en el sureste de Brasil. Es la cuarta compañía más grande del sector en este país, según destacó en el foro José Marques Filho, miembro de la directiva del grupo.
La previsión de la Comisión Económica para América Latina es que Brasil cierre 2018 en 1,4%
La historia de éxito de Copel es distinta a la de Cemig. Pese a nacer en los años 50, en 2010 aún Copel tenía una presencia muy pequeña, tal como afirmó Marques. En ese momento pisaron el acelerador y ahora son un referente en el transporte de la energía. En ocho años aumentaron su peso 400%. ¿Cómo lo hicieron? “Logramos adaptarnos a los marcos regulatorios con anticipación y atender así a todo lo que se nos exigía”, precisó el directivo.
Pero no sólo eso, también invirtieron en energía eólica, apoyados por un gran incentivo del Gobierno brasileño, recalcó Marques. Además, en 2015 lograron la renovación por 30 años de la concesión de distribución, “lo que da mucha seguridad a nuestros accionistas”, precisó.
Vale también se presentó en el Foro Latibex como un caso de éxito brasileño. Es la mayor productora de mineral de hierro de Brasil y su negocio supera los 80.000 millones de dólares. Cotiza en Sao Paulo, Nueva York, París y en el índice Latibex.
Samir Bassil, responsable de relaciones con los inversores, definió la compañía como “global” y destacó que el principal mercado de Vale está en Asia.
A la expansión del negocio de Vale ayudó que comenzara a haber diferencias de precios según la calidad del mineral extraído. En 2016 no había esa diferencia, ahora sí. Y Vale se posiciona en la extracción de minerales de calidad. Unos niveles que superan a los de Australia, destacó el directivo.